Origen (Inception, 2010)
Duración: 148 min. Director: Christopher Nolan. Guión: Christopher Nolan. Música: Hans Zimmer. Fotografía: Wally Pfister. Reparto: Leonardo DiCaprio, Ken Watanabe, Joseph Gordon-Levitt, Marion Cotillard, Ellen Page, Tom Hardy, Cillian Murphy, Tom Berenger, Michael Caine, Dileep Rao, Lukas Haas, Pete Postlethwaite, Talulah Riley, Miranda Nolan.
Dom Cobb, tiene una especial capacidad, quizá es el mejor del mundo con ella: Apropiarse de los secretos del subconsciente. Pero, no cuando estamos viviendo, despiertos, sino justo en el momento en que la mente de la víctima es más vulnerable: Soñando.
La extraña habilidad de Cobb, le ha convertido en un hombre muy codiciado en el mundo del espionaje corporativo. Pero, también le ha condenado a ser un fugitivo internacional, costándole todo lo que alguna vez ha querido. Ahora, tiene una oportunidad de redimirse y volver a tener la vida normal que anhela.
Él y su equipo tendrán que realizar lo contrario a lo que realizan habitualmente, implantar una idea en el subconsciente, en lugar de sustraerla.
El director, Christopher Nolan, (“Batman Begins”, 2005), vuelve a sorprendernos con un film original, desafiando a la física, con estruendosa acción, con unos paisajes mezcla de sueño y realidad. Nolan es sin duda, uno de los directores más creativos de Hollywood, que no utiliza ideas ya explotadas, sino que crea universos nuevos, que antes no habíamos visto, que no habíamos vivido, y que no nos suenan a nada. Una trama compleja que desarrolla a partir de sueños, dentro de sueños. David Lynch ha utilizado en sus películas los sueños, como parte de la construcción de una trama, pero Lynch, los utilizaba para dotar a sus films de un mundo onírico, que se escapaba a la lógica, a la razón. Nolan, sin embargo, aporta lógica, los sueños tienen reglas, y están amparados por la razón, y una parte oculta por el subconsciente. La única pega de la película, es esa complejidad de reglas de juego, que vienen dadas, y vamos entendiendo poco a poco. Al principio, no entenderemos nada, pasará una parte del metraje, con mucha ideas, con bastantes dudas sobre qué está ocurriendo, pero todo irá encajando. Sin embargo, dejará un final abierto, para que cada uno extraiga sus propias conclusiones.
Las comparaciones con “Matrix”, (“Hermanos Wachowski”, 1999), serán evidentes, un mundo dentro de otro mundo, una realidad paralela. Lo que sí comparten ambas películas es la idea de que se puede realizar cine espectacular, entretenido y de acción, y tener el añadido del contenido, de una idea, de un concepto y una estética particular.
Una obra mayor para Nolan, y un gran papel protagonista para Leonardo DiCaprio, que está definiendo una trayectoria muy sólida en la elección de sus papeles. DiCaprio, sencillamente, está fenomenal, aporta aspectos psicológicos al personaje, más allá del texto del guión.
Que nadie se deje el cerebro apagado al entrar en la sala de cine. Es preciso abrir bien los ojos y prepararse para ver una de las mejores películas de ciencia ficción desde hace mucho tiempo.