jueves, 31 de enero de 2013

El hombre de las sombras

El hombre de las sombras (The Tall Man, 2012)

Duración: 115 min. Director: Pascal Laugier. Guión: Pascal Laugier. Música: Jeff Danna. Fotografía: Kamal Derkaoui. Reparto: Jessica Biel, Jodelle Ferland, Stephen McHattie, Jakob Davies, William B. Davis, Samantha Ferris, Katherine Ramdeen, Kyle Harrison Breitkopf, Teach Grant, Alicia Gray, G. Michael Gray, Eve Harlow, John Mann, Jodi Sadowsky, Garwin Sanford, Josh Strait, Colleen Wheeler.

Julia, es una joven enfermera que vive en un decadente pueblo de los Estados Unidos, en el que, inexplicablemente, han desaparecido varios niños en muy poco tiempo. Los más supersticiosos, atribuyen las desapariciones al Hombre Alto: Un oscuro personaje que, según la tradición, se lleva a los niños. Cuando desaparece también el hijo de Julia, ella luchará no sólo por recuperarlo, sino también por averiguar quién es el Hombre Alto y qué les ocurre a los niños raptados.

El terror no siempre se presenta de la misma forma, posee múltiples caras, incontables facetas, siempre se puede arañar la mente humana para crear nuevas posibilidades para aterrarnos. En este film, es el terror psicológico/sociológico, como forma de no repetir iconos que pueden inducir al cansancio, dado que el espectador evoluciona, y los viejos mitos ya no hacen gritar ni acelerar el pulso a un espectador habituado, o a las nuevas generaciones que no son fácilmente impresionables. Los viejos mitos no sirven, están caducos. El cine de terror debe reinventarse, y, este film, presenta nuevas formas de terror. Además, no es terror continuado, sino más bien, angustia perpetua. No es un concepto de película de terror clásico, este film plantea algo más, algo que no debe ser desvelado, que corresponde que lo vivamos, y acaso, sufrir. Los giros, muy hábiles, con numerosos trucos para embaucar, con un guión muy sólido escrito por el propio director. En otras películas, “El internado”, o “Mártires”, Pascal Laugier, no había conseguido despegarse de los convencionalismos, y utilizaba en exceso el susto momentáneo, sobresaltar en cualquier contexto, sin un planteamiento de guión sólido. Todo lo contrario en esta ocasión. Gratamente, nos ha sorprendido. Laugier ha mejorado notablemente, creando terror, no realizando “refritos”.
En el reparto, Jessica Biel, con una interpretación sorprendente. Jodelle Ferland, aparece al paso de los minutos, cuando la película ha consumido parte de su metraje. Esta actriz parece ser otra, mejora, creciendo en pantalla. Interpretaciones muy sólidas, acompañadas de una buena fotografía, y una inmejorable planificación de planos. Revolotea la sombra de Shyamalan, con los elementos sobrenaturales, y con los múltiples símbolos que deja su director, para tratar al espectador con inteligencia. Sin embargo, tenemos una ligera objeción: La voz en off, perfectamente prescindible. Valoración global: Muy recomendable y sorprendente.

viernes, 25 de enero de 2013

Django desencadenado

Tarantino desmedido.


Django desencadenado (Django Unchained, 2012)

Duración: 165 min. Director: Quentin Tarantino. Guión:    Quentin Tarantino. Música: Varios. Fotografía: Robert Richardson. Reparto: Jamie Foxx, Christoph Waltz, Leonardo DiCaprio, Samuel L. Jackson, Kerry Washington, Don Johnson, Walton Goggins, James Remar, Dennis Christopher, Michael Parks, Bruce Dern, Franco Nero, Jonah Hill, Tom Savini, M.C. Gainey, RZA, Todd Allen, James Russo, Tom Wopat, Misty Upham, Gerald McRaney, Cooper Huckabee, Laura Cayouette.

Dos años antes de estallar la Guerra Civil Americana, King Schultz, un cazador de fugitivos alemán que  sigue la pista de unos asesinos, le promete al esclavo negro, Django, dejarlo en libertad si le ayuda a atraparlos. Terminado con éxito el trabajo, Django prefiere seguir al lado del alemán y ayudarle a capturar a los delincuentes más buscados del Sur. Se convierte así, en un experto cazador de recompensas, pero su único objetivo es rescatar a su esposa Broomhilda, a la que perdió por culpa del tráfico de esclavos. La búsqueda llevará a Django y a Schultz hasta Calvin Candie, el malvado propietario de la plantación "Candyland".

Tarantino, ha encontrado la forma de convertir cualquier género, en este caso el “Spaguetti western”, en un espéctaculo visual sin precedentes. Ya lo hizo con Malditos bastardos”, (cine bélico), y “Kill Bill”, (cine japonés). Creemos que desde la inolvidable “Sin perdón”, de Eastwood, no habíamos visto nada igual. Además, esto sumado a la potencia y tono gamberro de este director. 
Música: Algo que aquellos que hemos crecido a golpe de videoclip, con la MTV como si fuera nuestro evangelio, hemos encontrado en Tarantino al gurú, aquel que es capaz de sincronizar música e imagen como nadie, buscar entre miles de canciones, para dar con aquella que se ajusta al momento, y a la situación, por su letra y ritmo.

Si bien, esta vez, Tarantino ha sido más convencional en su planteamiento narrativo, le ha faltado  sutileza, dominar algo más el ritmo, y rematar sin tanta simplicidad. Pero, claro, en casi tres horas, es difícil hacerse con el tempo adecuado. Lo bueno es que no hay un solo instante para el aburrimiento. Cuando parece que no está contando nada, todo lo contrario. Tarantino, siempre afirma que realiza cine como si fuera una novela, aportando más información: pensamientos de los personajes, descripciones, colores, sensaciones, sonidos, diálogos absurdos, trivialidades…

Christoph Waltz, excepcional, no hay nada que poder objetar de este gran actor. Leonardo DiCaprio está madurando, ya no es un “niñato” guapo, comienza a ser un actor. Jamie Foxx, es más dudoso. El personaje no deja apreciar demasiado sus dotes como actor. Samuel L. Jackson, habitual del director, realiza un trabajo algo desmedido, aunque suponemos que esa sea la intención. Además, las divertidas apariciones de Don Johnson y Franco Nero.

Una película de tono épico: Mentor, héroe (aprendiz) y villano. El bien y el mal, la ambigüedad, o, el cambio de perspectiva ante esos planteamientos.

Tarantino ha absorbido a Ford, Kurosawa, Peckinpah y Eastwood; los ha mezclado en esta película, ha añadido música, su especial sentido de la imagen, sangre, violencia desmedida y una especial habilidad para analizar la naturaleza humana, y los mecanismos que la hacen funcionar. Combinar la violencia con los momentos cómicos, parodiar sin caer en lo soez, y pulverizar con sangre toda la pantalla, sin resultar desagradable. Intentamos ver el cine de Tarantino con lupa, sin dejarnos engatusar, analizarlo todo,  porque ya sabemos sus trucos…, y siempre nos engaña y atrapa, como si fuera la primera vez.

jueves, 10 de enero de 2013

The Master

The Master (2012)

Duración: 137 min. Director: Paul Thomas Anderson. Guión: Paul Thomas Anderson. Música: Jonny Greenwood. Fotografía: Mihai Malaimare Jr. Reparto: Joaquin Phoenix, Philip Seymour Hoffman, Amy Adams, Laura Dern, Kevin J. O'Connor, Rami Malek, Jesse Plemons, Fiona Dourif, David Warshofsky, Lena Endre.

Drama basado en la Iglesia de la Cienciología. Lancaster Dodd, (Seymour Hoffman), un intelectual brillante y de fuertes convicciones, crea una organización religiosa que comienza a hacerse popular en Estados Unidos, hacia 1952. Freddie Quell, (Joaquin Phoenix), un joven vagabundo, se convertirá en la mano derecha de este líder religioso. Sin embargo, cuando la secta triunfa y consigue atraer a numerosos y fervientes seguidores, a Freddie le surgirán las inevitables dudas dudas.

Un film complicado. Para muchos, no será la película que esperaban ver. Aquel que busque morbo en relación al tema, la Iglesia de la Cienciología, no lo encontrará. Sí hallarán un poliedro, un rompecabezas, con múltiples facetas, aristas y vértices. La película, arranca prodigiosamente con un retrato de la América de postguerra, de aquellos que regresan a la rutina de sus vidas, y que no consiguen adaptarse. No son los mismos al volver, y sus vidas quedarán marcadas por sus vivencias en la guerra. Presentan a un personaje, Freddie, con aire de misterio, y con profundas obsesiones. A medias entre un loco, o un retrasado mental... Todo ello sumado a un arraigado alcoholismo. Hasta este punto, la película transcurre rápida, ligera, desbocada. Cuando este personaje se cruza con esa especie de Iglesia, o secta..., todo se ralentiza. Pero, ese parón, contiene mucho cine. Una experiencia hipnótica, como una gran telaraña que nos atrapa, en la que las atmósferas sutiles y ambiguas dejan un poso inquietante. No es una película para salir de su proyección con la sensación de haber visto una gran obra, ni se puede terminar con una impresión de euforia por presenciar cine en estado puro. Más bien, se sale con interrogantes, con la necesidad de reposar toda la información, antes de dictaminar nada. Nadie se atreve a valorarla cuando los títulos de crédito aparecen. Hemos tardado en digerir este film. Y la verdad, es maravilloso.

Phoenix, está ante uno de los mejores papeles de su carrera. Creemos que se le podrá recordar por esta película en el futuro... Sin olvidar que podrá ser firme candidato a los premios de Hollywood. De Philip Seymour Hoffman, ya se sabe, cada día más sólido. Cuando creemos que no puede superarse, lo consigue. Excepcional.

Merece hacer una especial mención a la música de Jonny Greenwood, componente del grupo Radiohead, que acompaña perfectamente a las imágenes,  creando una espiral, en la que nos sumergimos, y a la que nos rendimos.

Paul Thomas Anderson, el director, de 42 años, demuestra que sus anteriores películas, no han sido producto de la casualidad, sino que lleva el cine dentro. Algunos lo clasifican como el Kubrik actual. Quizá sea mucho decir, por ahora. Pero no habrá que perderlo de vista.

Cine complejo, áspero en algunos aspectos, recreándose en su desarrollo en todo momento. Y que deja más de lo que creemos. Una obra maestra.

jueves, 3 de enero de 2013

El festín de Babette



¡Buen provecho!

El festín de Babette (Babettes gæstebud, 1987)

Duración: 102 min. Director: Gabriel Axel. Guión: Gabriel Axel (Cuento: Isak Dinesen). Música: Per Norgard. Fotografía: Henning Kristiansen. Reparto: Stéphane Audran, Jean-Philipe Lafont, Gudmar Wivesson, Jarl Kulle, Bibi Andersson, Bodil Kjer, Brigitte Federspiel, Lisbeth Movin
1988: Globos de oro: Nominada mejor película de habla no inglesa.

En el siglo XIX, en una remota aldea de Dinamarca, dominada por el puritanismo, dos ancianas hermanas, que han permanecido solteras, recuerdan con nostalgia su lejana juventud y la rígida educación que las obligó a renunciar a la felicidad. La aparición de Babette, que llega desde París, huyendo del Terror, cambiará sus vidas. La recién llegada, tendrá pronto ocasión de corresponder a la bondad y al calor con que fue acogida. Un premio de lotería, le permite organizar una opulenta cena con los mejores platos y vinos de la gastronomía francesa. Todos los vecinos aceptan la invitación, pero se ponen previamente de acuerdo para no dar muestras de una satisfacción que sería pecaminosa. Pero, poco a poco, en un ceremonial intenso y emotivo, van cediendo a los placeres de la cocina francesa.
Pocas veces, llegas al cine y pegas un salto al ver la cartelera. Uno va dispuesto a ver algo nuevo, y se encuentra con esta película. Con motivo del 25º aniversario, algunas salas de cine han decidido volver a exhibirla. Un gran acierto, aunque sólo estuviéramos en la sala de cine, no más de tres personas.
Basada en un cuento de Dinesen, esta intimista película, muestra una lección de humildad, tanto en los medios que se utilizaron para realizarla, como la modestia que transmiten los personajes, en la que la sumisión a rechazar los placeres terrenales, se suple con una lección de humanismo. En todo caso, este film es una fábula sobre la búsqueda del equilibrio personal, y la renuncia a las pompas de la vida, más impuestas por la sociedad, que por la necesidad real de las mismas.
Un excelente prólogo, en forma de “flashback”, para introducir la verdadera historia, de la que no entenderíamos nada sin ese preludio. Después, Babette, comprenderá que puede ser feliz..., sin nada. Organizará un festín para agradecer encontrarse consigo misma. En estas fechas de banquetes familiares, en los que nada puede impedir que colmemos nuestras mesas con los manjares más suculentos, esta película, genera envidia por tan magnífico y sofisticado banquete. Y más, ver a sus protagonistas, aguantando el tipo estoicamente, sin mostrar ningún gesto de satisfacción, dado que su creencia no les permite disfrutar de algo tan simple como comer.
El cine relacionado con la comida es un clásico, casi un subgénero, y este film un referente clarísimo e imitado. Quizá, también sobre aspectos culinarios, o sobre el simple hecho de paladear, encontramos: “Comer beber, amar” de Ang Lee, “El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante” de Peter Greenaway, o “El discreto encanto de la burguesía” de Luis Buñuel.

Una película convertida en clásico con el paso del tiempo, un goce para los sentidos, con la belleza más pura.