jueves, 10 de enero de 2013

The Master

The Master (2012)

Duración: 137 min. Director: Paul Thomas Anderson. Guión: Paul Thomas Anderson. Música: Jonny Greenwood. Fotografía: Mihai Malaimare Jr. Reparto: Joaquin Phoenix, Philip Seymour Hoffman, Amy Adams, Laura Dern, Kevin J. O'Connor, Rami Malek, Jesse Plemons, Fiona Dourif, David Warshofsky, Lena Endre.

Drama basado en la Iglesia de la Cienciología. Lancaster Dodd, (Seymour Hoffman), un intelectual brillante y de fuertes convicciones, crea una organización religiosa que comienza a hacerse popular en Estados Unidos, hacia 1952. Freddie Quell, (Joaquin Phoenix), un joven vagabundo, se convertirá en la mano derecha de este líder religioso. Sin embargo, cuando la secta triunfa y consigue atraer a numerosos y fervientes seguidores, a Freddie le surgirán las inevitables dudas dudas.

Un film complicado. Para muchos, no será la película que esperaban ver. Aquel que busque morbo en relación al tema, la Iglesia de la Cienciología, no lo encontrará. Sí hallarán un poliedro, un rompecabezas, con múltiples facetas, aristas y vértices. La película, arranca prodigiosamente con un retrato de la América de postguerra, de aquellos que regresan a la rutina de sus vidas, y que no consiguen adaptarse. No son los mismos al volver, y sus vidas quedarán marcadas por sus vivencias en la guerra. Presentan a un personaje, Freddie, con aire de misterio, y con profundas obsesiones. A medias entre un loco, o un retrasado mental... Todo ello sumado a un arraigado alcoholismo. Hasta este punto, la película transcurre rápida, ligera, desbocada. Cuando este personaje se cruza con esa especie de Iglesia, o secta..., todo se ralentiza. Pero, ese parón, contiene mucho cine. Una experiencia hipnótica, como una gran telaraña que nos atrapa, en la que las atmósferas sutiles y ambiguas dejan un poso inquietante. No es una película para salir de su proyección con la sensación de haber visto una gran obra, ni se puede terminar con una impresión de euforia por presenciar cine en estado puro. Más bien, se sale con interrogantes, con la necesidad de reposar toda la información, antes de dictaminar nada. Nadie se atreve a valorarla cuando los títulos de crédito aparecen. Hemos tardado en digerir este film. Y la verdad, es maravilloso.

Phoenix, está ante uno de los mejores papeles de su carrera. Creemos que se le podrá recordar por esta película en el futuro... Sin olvidar que podrá ser firme candidato a los premios de Hollywood. De Philip Seymour Hoffman, ya se sabe, cada día más sólido. Cuando creemos que no puede superarse, lo consigue. Excepcional.

Merece hacer una especial mención a la música de Jonny Greenwood, componente del grupo Radiohead, que acompaña perfectamente a las imágenes,  creando una espiral, en la que nos sumergimos, y a la que nos rendimos.

Paul Thomas Anderson, el director, de 42 años, demuestra que sus anteriores películas, no han sido producto de la casualidad, sino que lleva el cine dentro. Algunos lo clasifican como el Kubrik actual. Quizá sea mucho decir, por ahora. Pero no habrá que perderlo de vista.

Cine complejo, áspero en algunos aspectos, recreándose en su desarrollo en todo momento. Y que deja más de lo que creemos. Una obra maestra.