jueves, 29 de octubre de 2009

Moon


Moon. 2009


Duración 97 min. Director: Duncan Jones. Guión: Duncan Jones y Nathan Parker. Música: Clint Mansell. Fotografía: Gary Shaw. Reparto: Sam Rockwell, Kaya Scodelario, Matt Berry, Malcolm Stewart, Benedict Wong, Dominique McElligott, Robin Chalk, Kevin Spacey. Premios: 42 Edición del Festival de Sitges 2009: Mejor película, mejor actor (Sam Rockwell), mejor guión y mejor producción.

Odisea Lunar


En un futuro no muy lejano, un astronauta se encuentra aislado en la Luna, durante un periodo de tres años para extraer helio, trabajando en una excavación minera mediante unas gigantescas máquinas “cosechadoras”. Su única compañía es un pequeño robot llamado Gerty. Su contrato está a punto de finalizar y regresará a la Tierra. Pero algo empieza a ir mal, y descubrirá un terrible secreto que le afecta directamente.

Duncan Jones, desconocido realizador, es hijo de David Bowie, el cual rechazó utilizar su apellido para dar publicidad a la película. En este proyecto no quiso estrellas en el reparto, salvo la voz de Kevin Spacey, que pudieran alterar la seriedad o el mensaje a transmitir.

El paralelismo o evocación de esta película, sin duda, es con “2001: Odisea del espacio” (S. Kubrick, 1968). No estamos ante un remake, ni siquiera ante un homenaje; sólo utiliza elementos de las películas clásicas del género para plantear una historia. Jones, a modo de profecía, destaca la importancia de nuestro satélite para la supervivencia de la humanidad.

La película se rodó en poco más de un mes, con un presupuesto relativamente bajo y efectos con maquetas, a la antigua usanza. Sin generarlos por ordenador, ni trucos multimillonarios.

Quizá observamos que en el desarrollo de la narración, Jones, muestra demasiados elementos. Lo que hace predecible el final, esperando un giro que no llega. Lo que deja con, supuesta, poca tensión la historia. A lo mejor, no le hace falta. Podemos plantearnos diferentes posibilidades de lo que ocurre en pantalla. Sin embargo, las reflexiones a las que podríamos llegar, después de ver “Moon”, son tantas, como las que surgieron al ver “Solaris” de A. Tarkovsky o “Blade Runner” de Ridley Scott.

“Moon” es un film de ciencia ficción, que recuerda a esas películas espaciales de la vieja escuela, sin miles de efectos especiales, pero con buenas ideas: Guión elaborado y coherente. La ausencia de velocidad o de acción se suple con contenido, con asfixia visual y una buena banda sonora de Clint Mansell (compositor de la B.S.O. de "Réquiem por un sueño"), que contribuye a comprender el papel del hombre aislado de sus semejantes durante un largo período de tiempo.

“Monolito”, soledad, Asimov y sus universo (sería extraño no hacer referencia al creador de las reglas de robots), y la inmensidad del universo son elementos que Jones utiliza para construir una película con voz propia, innovadora e inteligente. Un futuro clásico del género de ciencia ficción.

jueves, 22 de octubre de 2009


Si la cosa funciona (Whatever Works), 2009.


Duración: 92 min. Director: Woody Allen. Guión: Woody Allen. Música: Varios. Fotografía: Harris Savides. Reparto: Larry David, Evan Rachel Wood, Henry Cavill, Patricia Clarkson, Michael McKean, Kristen Johnston, Ed Begley Jr., Cassidy Gard, Yolonda Ross, Lyle Kanouse, Steve Antonucci, James Thomas Bligh, Chris Nunez.

La película se centra en un excéntrico y maduro hombre de Nueva York, que abandona su acomodada vida, para llevar una existencia más bohemia. De este modo conocerá a una bella joven del sur, desembocando todo ello en una serie de enredos familiares y sentimentales.

Los seguidores de Woody Allen (Manhattan, 1979) volvemos a reencontrarnos con este director. Después del fiasco “Vicky, Cristina, Barcelona”, y desde los tiempos de “Match Point”, no habíamos recuperado al cineasta de NewYork. En esta ocasión, se reinventa a sí mismo, desarrolla un guión que tenía en mente desde la década de los 70, con hipocondria, pesimismo vital, conflictos familiares y un madurito que queda prendado de una joven belleza.

En el papel protagonista encontramos a Larry David (Boris), conocido por ser el guionista de “Seinfeld”, y muy respetado como humorista. Se mete en la piel del director, mejor dicho, lo sustituye, sin que echemos de menos a Allen en pantalla. Larry David aporta matices al típico personaje: Enamoradizo de “jovencitas”, hipocondríaco, con discurso de catastrofista perpetuo; un homenaje al pesimismo inagotable.

La joven es interpretada por Evan Rachel Wood (“Thirteen” 2004), que se mete en el papel, creyéndonos su ignorancia e ingenuidad, por la que se hace posible que Boris quede enganchado a ella. Muy correcta, aunque eclipsada por el protagonista.


En el reparto se debería añadir la propia ciudad de New York, planos exteriores que marcan la presencia continua de esta urbe, que acompaña y acoge a los personajes, sus vidas y su devenir. Al igual, deberíamos tener presente la música jazz (algunos aprendimos de ella gracias a las películas de Allen).

Nos gusta especialmente que el personaje se confiese a la cámara, que se dirija a ella, que la mime, contemple y se explaye, obviando al resto de personajes, espectadores confidentes. Recuerda a la “La Rosa Púrpura de El Cairo” 1985, pero con otro tratamiento.

Allen nos atrapa con su compleja e impagable forma de observar la vida, sus diálogos interminables, y “gags”, algunos memorables, en esta ocasión. Algún pequeño quiebro en el ritmo narrativo, pero en general es una película que no defrauda, tanto a los “fieles”, como para los no iniciados. A pesar de ser la película de siempre, que ya hemos visto muchas veces, incluso que nos suenan algunos diálogos, la fórmula no falla, no nos cansamos de Woody.

jueves, 15 de octubre de 2009

Ágora


Ágora. 2009

Duración: 126 min. Director: Alejandro Amenábar. Guión: Alejandro Amenábar y Mateo Gil. Música: Dario Marianelli. Fotografía: Xavi Jiménez. Reparto: Rachel Weisz, Max Minghella, Ashraf Barhom, Oscar Isaac, Michael Lonsdale, Rupert Evans, Homayoun Ershadi, Richard Durden, Sami Samir, Manuel Cauchi, Homayoun Ershadi.

En el siglo IV, Egipto era una provincia del Imperio Romano. Su ciudad más emblemática: Alejandría, último reducto de un mundo en crisis, confuso y violento. En el año 391, las revueltas callejeras alcanzaron una de sus instituciones más legendarias: “La Biblioteca”. Atrapada tras sus muros, la brillante astrónoma Hypatia, filósofa, lucha por salvar la sabiduría del mundo antiguo, sin percibir que su joven esclavo, Davo, se debate entre el amor que le profesa, en secreto, y la libertad que podría alcanzar uniéndose al imparable ascenso del Cristianismo.

El director Alejandro Amenábar, conocido por sus anteriores proyectos: “Tesis”, “Los otros” y la premiada “Mar adentro”, cambia de registro en sus películas, no se estanca en una temática ni género. Ahora, toca lo histórico o épico. Estamos ante un fenómeno, Hypatia, que aprovechan multitud de directores de cine, escritores y editores de revistas: Desde el libro de Magdalena Lasala, "La conspiración piscis", pasando por el ensayo de Clelia Martínez Mazo. Sin embargo, la película ha sido el germen para todas estas creaciones literarias, ya que hace un par de años, no creemos que nadie se hubiera planteado escribir sobre este personaje.

Esta producción es una de las más costosas de la historia del cine europeo, aunque su coste se ha mantenido en secreto, ronda los 50 millones de euros: Altos medios técnicos, una dirección cuidada, un montaje exhaustivo, un exceso, en ocasiones, de banda sonora, buen vestuario y un reparto de estrellas. Lástima que los decorados no estén a la altura.

“Ágora” tiene una gran ventaja: Una historia universal. Eso, posibilita llegar a más público y surcar los cines de todo el mundo. Apreciamos mucho que se nos cuente una historia, más allá de nuestro barrio, de nuestra realidad social, de la vecina del 6º, o del bar de la esquina. Sin embargo, creemos que Amenábar ha querido mostrar un film demasiado grandioso, y se le ha ido un poco de las manos, no manteniendo el ritmo narrativo, existiendo bajones y poca acción, falta de tensión. Además no profundiza en lo social, ni en un posible alegato feminista, y poca crítica a la intolerancia religiosa.

Rachel Weisz (“El jardinero fiel”), Hypatia, un gran acierto en el reparto, una de sus miradas nos transmite mucho más que cualquier diálogo. Sobresale por encima del resto de compañeros del film; se alza maravillosamente. Acompañan a Weisz, el británico Max Minghella (Davo), y el guatemalteco Oscar Isaac (Orestes). Ambos correctos, pero no despuntan en sus actuaciones, suponemos, eclipsados por la protagonista.

En general, es una buena película. Además, nos facilita comprobar que el fanatismo de destructores de conocimiento perdura hasta nuestros días. Una historia del pasado que nos enseña que el mundo no ha cambiado tanto.

jueves, 8 de octubre de 2009


X Festival de Cine de Pamplona: “Alternatif”.

El Festival de cine de Pamplona, más conocido como “Alternatif”, cumple 10 años. Esta edición cuenta con gran número de cortos, casi 600 en la preselección.
Destacamos, de lo visto hasta la fecha, el corto de Francisco Araujo, titulado: “Quid Pro Quo”, un corto en clave de humor, en el que dos personajes “tropiezan” y quedarán en deuda el uno con el otro, para siempre. Muy aplaudido por el público y de gran originalidad.
Por otra parte, mención especial merece el corto titulado, “El encargado”, historia que se centra en un aula de colegio: Mientras el profesor se ausenta, deja como vigilante a un alumno ejemplar, que deberá anotar en la pizarra aquellos que se portan mal; asumirá su autoridad aunque retado por un compañero. Pequeño cortometraje con gran ritmo narrativo y una banda sonora muy cuidada.
Un corto sorprendente, que se sale de lo común, es “The End”, del director Eduardo Chapero-Jackson, en una visión apocalíptica del futuro, en el que el litro de agua está al mismo precio que el de gasolina: 40 dólares. Aprovecha esta visión, para hacer una crítica sobre la tenencia de armas de fuego. Un corto de 27 minutos que hubiera podido ser, sin problemas un largo, dada la calidad del guión y del trasfondo que contiene.
Observamos, del producto patrio, una tendencia al cine social: malos tratos, “violencia de género” e inmigración. Cuando no se aborda el cine social, se opta por la “macarrada”, lo gore, o ciertos despropósitos sin sentido. En ocasiones, uno se plantea que los directores de cortos disponen de técnica, medios y grandes actores, pero sigue fallando el guión: Predecibles, mensaje poco sutil, búsqueda del golpe de “risa fácil” y ninguna sorpresa.
Sin embargo, los cortos extranjeros optan por el humor o la sátira. El corto más aplaudido por el público, en la sección internacional, ha sido “Comitè Exécutif” (Gilbert Carsoux): Un comité de altos cargos, de una empresa, con unos castigos curiosos y peculiares, ante la no consecución de sus objetivos.
También, el corto argentino “Olimpiadas”, se ha llevado gran parte de los elogios, narrando la multitud de “pruebas” y apuestas que realizan dos amigos, para decidir quién va a por gasolina, cuando se quedan con el depósito vacío.
En las últimas sesiones se podrán ver “El otro lado de la vida” de Ignacio Bernal, director aragonés que ha contado con Candela Peña para su cortometraje. Una producción con posibilidades de conseguir el premio en la sección Alternatif, y que ya sabe lo que es ganar premios en otros festivales.
Por último, destacar el corto del Navarro Javier Urdániz Escolano, quien ya ganara el año pasado con Black. En esta ocasión presentará “Olvidar el mar”, una historia en el que la imagen cobra todo el protagonismo y el cambio de perspectiva, o de posición será la sorpresa final de la historia.
La entrega de premios se realizará el sábado 10, y podremos comprobar si la opinión del público, con sus aplausos y votos, coincide con el jurado del Festival.

jueves, 1 de octubre de 2009

Destino: Woodstock


Destino: Woodstock (Taking Woodstock) 2009


Duración: 110 min. Director: Ang Lee. Guión: James Schamus, sobre un libro de Elliot Tiber y Tom Monte. Música: Danny Elfman. Fotografía: Eric Gautier. Reparto: Henry Goodman, Liev Schreiber, Emile Hirsch, Demetri Martin, Jonathan Groff, Imelda Staunton, Jeffrey Dean Morgan, Eugene Levy, Paul Dano, Dan Fogler, Mamie Gummer, Zoe Kazan.

Versión libre del nacimiento del festival más famoso de la historia: “Woodstock”. A modo de comedia desenfadada, el film relata, más que el propio desarrollo del festival, cómo surgió la idea de hacer un concierto para recaudar fondos y solucionar una deuda familiar. Guión firmado por James Schamus, se basa en la novela/memorias de Elliot Tiber: Historia de un joven, que tuvo que volver a su pueblo para hacerse cargo del hotel de su familia. Tuvo un importante papel involuntario, para que el Festival de Música y Arte de Woodstock, en 1969, fuera un acontecimiento histórico. Al enterarse de que en un pueblo vecino han retirado la autorización para que se celebre un festival hippie de música, llama a los organizadores pensando que puede ser la ocasión de revitalizar el hotel. Tres semanas después, medio millón de personas se dirigen hacia la granja de su vecino, en White Lake, para participar en "los tres días de paz y música", que definieron a toda una nueva generación.
Ang Lee, director de ”El banquete de boda” (1993) y “Comer, beber, amar” (1994), nos presenta “Destino: Woodstock”. Esta comedia recupera para las nuevas generaciones el mítico concierto. Aunque, dado que existe una de las mejores grabaciones en cine de un concierto, “Woodstock 1970”, Lee no ha arriesgado y se ha centrado en la intrahistoria, en los preparativos, recreándose en los pequeños detalles que pudieron pasarse por alto, con cierto tono nostálgico. De hecho, no recurre a grabaciones de la época, o a la citada película, para rellenar metraje.
Lo mejor de la película, sin dudarlo, son la cantidad de personajes surrealistas que desfilan, acompañando al protagonista. Henry Goodman, interpreta a Elliot Tiber, en ocasiones ligeramente soso, pero hay escenas (LSD) que provocan carcajadas eternas. Por otra parte, Liev Schreiber (quien veremos en “Salt”, junto a Angelina Jolie, próximamente), tan camaleónico como de costumbre, hace una muy buena interpretación de un travesti, rellenando algunos “huecos” del protagonista.
La banda sonora no puede eludir a los grandes: Doors, Jannis Jopli, Hendrix, The Who y Santana, entre otros. Una maravilla.
Ang Lee se desenvuelve mejor en tonos dramáticos, o en historias en las que el humor es más fino. Sin embargo, sale airoso y tiene recursos de gran director, aunque está un poco más torpe/descuidado en la dirección, quizá lo requiera el género.
“Destino: Woodstock” es una simpática, entretenida e ingeniosa película que nos transporta a los años 60, con toda la carga que supone el 40 aniversario de este gran evento.