miércoles, 5 de diciembre de 2012

INSIDE JOB

Inside Job (2010)

Duración: 105 min. Director: Charles Ferguson. Guión: Charles Ferguson. Música: Alex Heffes. Fotografía: Kalyanee Mam, Svetlana Cvetko. Reparto: Barney Frank, Charles Morris, Daniel Alpert, Dominique Strauss Kahn, Glenn Hubbard, Eliot Spitzer, George Soros, Christine LaGarde, Jeffrey Lane, Kenneth Rogoff, Lawrence McDonald, Martin Feldstein, Harvey Miller, Michael Greenberger.

Hay películas que parecen ser engullidas por alguna fuerza poderosa y extraña, hecho que impide que podamos contemplarlas. Parecen un mito urbano. Oímos de ellas, sabemos que existen, incluso hemos leído sus virtudes, y hasta han sido premiadas... Pero no teníamos la certeza de que existieran de verdad, que efectivamente pudiéramos visionarlas y sopesarlas.
Este documental, de hace dos años, ha caído en nuestras manos recientemente, y no hemos podido resistir la tentación de comentarlo. Un documental sobre la crisis. No sólo estudia sus casusas, (de todos conocidas), y apunta sobre los responsables de la quiebra financiera en nuestro mundo. Además, muestra una realidad paralela: La degradación política, el auge de los empresarios sin escrúpulos, y las repercusiones en los sistemas educativos. Trata también de cómo muchos se beneficiaron del desplome de los mercados, aumentando su riqueza, y de aquellos, que, mirando a otra parte,  dejaban hacer. Nos encontramos ante el estudio más serio y riguroso, sobre la dichosa palabra que todos pronunciamos una vez al día, como mínimo. “Inside Job”, muestra la historia del otro gobierno de un país: Wall Street. El título de la película, se podría considerar como delito interno o colectivo, perpetrado por agencias calificadoras, banqueros, burócratas y profesores universitarios, promoviendo instrumentos financieros, con la simple idea de beneficiar su propio patrimonio. Tal y como se afirma en la película, “esta crisis no fue un accidente", ni siquiera fue algo que tenía que estallar u ocurrir tarde o temprano. Más bien, insinúa, que, de cierta manera, parecía ser un plan, una estrategia, una circunstancia evitable, dado que se tenían muchas referencias, incluso la sabiduría de otras crisis económicas anteriores.
El propio director, pretendía, en dos horas, que cualquier ciudadano, sin conocimientos económicos, pudiera comprender la esencia y las causas de todos los problemas, y crear espectadores cabreados e indignados. Igualmente, ha intentado desmarcarse de tendencias políticas partidistas: ataca con la misma saña a todo aquel que ha tocado el poder.
El documental es narrado por Matt Damon, con cierta gracia y con tono irónico, en todo momento. En este documental, aparcen todo tipo de políticos, economistas, banqueros… Todos ellos entrevistados, interrogados con preguntas incómodas de las que no saben salir.
Michael Moore, con “Capitalism: A Love Story”, quiso diseccionar, sin éxito, la crisis. Y sólo pudo realizar un film burdo y falto de inteligencia, en el que el abuso de su persona, el egocentrismo más exacerbado, y la falta de un guión sólido, no aportó nada. Todo lo contrario con el director y guionista Charles Ferguson, que ha logrado que podamos entender con claridad la crisis, y sembrar la semilla de la rabia y la furia, por tener que vivir en estas circunstancias. Intenten encontrar este documental, visionarlo, y, posteriormente expresen su indignación.

domingo, 2 de diciembre de 2012

José Luis Borau



B, de Borau
El sillón be mayúscula, B, de la Real Academia de la Lengua se ha quedado triste. Triste de letras, historias, guiones, y, sobre todo,de cine... Avaro de séptimo arte, cuatro años le han sabido a poco a este sillón. Sobre todo, porque otro personaje repleto de cine, ya ocupó su lugar, y, también se marchó (F. Fernán Gómez). La muerte de José Luis Borau ha dejado nuestra tierra huérfana, una vez más. Nacido en Zaragoza, (1929), comenzó como crítico de cine en el “Heraldo de Aragón”, y abandonó la carrera de Derecho, para estudiar cinematografía en Madrid. Algo que aquellos que amamos el cine, agradecemos enormemente; cambiamos con toda tranquilidad, un abogado, por un cineasta. Su filmografía no es extensa, y nada conocida, no ha sido un director mediático, ni ha sucumbido a las glorias fáciles de un cine comercial, socorrido y sin tribulaciones. Todo lo contrario, su cine está cargado de negrura, retorcidos rizos reflejando la realidad, sociedad reflejada en un charco, no en agua cristalina.

Furtivos
Furtivos (1975)
Duración: 99 min. Director: José Luis Borau. Guión: Manuel Gutiérrez Aragón & José Luis Borau. Música: Vainica Doble. Fotografía: Luis Cuadrado. Reparto: Lola Gaos, Ovidi Montllor, Alicia Sánchez, Ismael Merlo, José Luis Borau, Felipe Solano, Antonio Gamero.
Ángel es un cazador furtivo. Vive en un bosque con su madre, tiránica y violenta. En una de sus escasas escapadas a la ciudad, conoce a Milagros, una joven escapada de un reformatorio, amante de un conocido delincuente, llamado “El Cuqui”. Ángel la protege, desde la atracción que le empuja a no razonar, y enfrentarse a su madre. Un triángulo claustrofóbico entre los personajes, que desemboca, irremediablemente, en un drama anunciado.
Una película antigua, de 37 años. A pesar de que fuera realizada en los últimos coletazos de la dictadura, aún hoy, parece increíble que la censura no se fijara en ella, no la marcara con el rojo lápiz en el guión, o pudiera desatar la tijera más sedienta. Simplemente pasó, o no supieron leer entre líneas la crudeza que asomaba. La crítica a una España con sus miserias y atrasos, en todos los aspectos. Una metáfora sobre la ausencia de libertad, en la que uno se puede rebelar contra la opresión, o seguir sumiso ante la figura que hace sombra al libre albedrío. Las comparaciones posibles, y sin posibilidad de exagerar, pueden hacerse con “Danzad, danzad, malditos”, (Sydney Pollack, 1969), o “Perros de paja”, (Sam Peckinpah, 1971), por supuesto, con sentido español, y salvando algunas cuestiones, qu son puramente tecnicas. Toda la violencia se incrementa progresivamente, se va mascando la tensión, el bosque acecha, un personaje más, que amenaza, y quiere engullir a aquellos que penetren en él. Borau, si algo poseía, era la idea de que el espectador es inteligente, que no necesita todos los datos, que puede reconstruir él sólo el rompecabezas, montar en su mente aquello que no se ha explicitado.
Una gran pérdida. Esta semana pasada ha sido terrible para el mundo del cine, y del espectáculo: Miliki, Tony Leblanc, y Borau.