jueves, 26 de noviembre de 2009

Ben-Hur


Ben-Hur (1959)


Duración: 211 min. Director: William Wyler. Guión: Karl Tunberg (Novela: Lewis Wallace). Música: Miklós Rózsa. Fotografía: Robert Surtees. Reparto: Charlton Heston, Jack Hawkins, Stephen Boyd, Haya Harareet, Hugh Griffith, Martha Scott, Cathy O'Donnell, Sam Jaffe.

1960: 11 Oscar: Película, director, actor, actor secundario (Hugh Griffith), fotografía (ex-aequo), dirección artística (ex-aequo), sonido, música, montaje, vestuario (ex-aequo) y efectos especiales.


Cuando una película cumple su 50º aniversario, la cartelera deja de ser importante. Es todo un acontecimiento que una película alcance esa edad, y esa vigencia…

En el Imperio Romano, en el reinado de Augusto, Judá Ben-Hur, hijo de una familia noble de Jerusalén, se enfrenta a Messala, joven Tribuno que dirige los ejércitos de ocupación. Antes amigos, ahora enemigos irreconciliables. Judá es acusado de atentar contra la vida del nuevo gobernador romano. Messala encarcela a Judá, y a toda su familia.

Ben-Hur, llevado a galeras, jura vengarse de Messala aunque le lleve toda la vida. Un golpe de azar hará que Judá vuelva a su tierra, con otro nombre y posición. Alimentado por su odio, Judá reta a Messala en las carreras. Entre tanto, la historia de Jesús de Nazaret se cruza con los personajes, altera el curso de los acontecimientos y realiza un milagro, para cerrar el círculo y colmar de final feliz la película.

Esta “superproducción” de Hollywood, fue la más cara en su momento, sólo superada después por Cleopatra. Pero, mucho de su presupuesto se derrochó por la falta de organización y duración en el rodaje. Sirva de ejemplo, que para la carrera de cuadrigas, emplearon 4 meses de preparativos, 3 meses de rodaje, y como resultado, 20 minutos de secuencia en la película.

Un reparto, sensacional. Quizá, Charlton Heston (“La historia más grande jamás contada”, “El tormento y el éxtasis”, ambas de 1965) hizo el papel de su vida, ayudado por la gran dirección de William Wyler, quién llamó la atención al actor en varias ocasiones. Wyler, un auténtico maestro de la industria del cine, que ha dado títulos grandiosos: “Horizontes de grandeza” (1958) o “Vacaciones en Roma” (1953).

Mención especial tiene Stephen Boyd, quien entre otros aspectos de su interpretación, en la carrera de cuadrigas no permitió ningún doble, por lo tanto todas las escenas donde aparece Messala, incluyendo la caída, fueron interpretadas por el actor y rodadas por la segunda unidad: Andrew Marton y Yakima Canutt.

El guión fue sabiamente realizado, en base al libro de Lewis Wallace, con algún cambio significativo: La teja cae por accidente del propio Ben-Hur, Ben-Hur termina su amistad con Messala por el carácter que este adopta, burlándose del pueblo hebreo, y, por último, la novela termina cinco años después de la crucifixión de Jesús.

Por último, la gran banda sonora, compuesta por Miklós Rózsa (“Quo vadis”, “El Cid”), uno de los mejores compositores de bandas sonoras de la historia, quizá sólo igualado por su pupilo John Williams, ("Star Wars", "La lista de Schindler", "ET", "Indiana Jones", "Tiburón"...).

Si tuviésemos que elegir la mejor película del género de aventuras semi-históricas, sin lugar a duda: Ben-Hur.

jueves, 19 de noviembre de 2009

2012


2012 (Año 2009)

 
Duración: 158 min. Director: Roland Emmerich. Guión: Roland Emmerich, Harald Kloser. Música: Harald Kloser, Thomas Wanker. Fotografía: Dean Semler. Reparto: John Cusack, Chiwetel Ejiofor, Amanda Peet, Oliver Platt, Thandie Newton, Danny Glover, Woody Harrelson, Thomas McCarthy, Liam James, Morgan Lily, Zlatko Buric, Beatrice Rosen.
 
El calendario maya predice que el mundo acabará en el año 2012, con un gran cataclismo: Erupciones volcánicas, tifones y glaciares devastando el planeta. Todas las culturas y religiones coinciden en este suceso. Científicos y gobiernos de todo el mundo, preparan una grandes “arcas” para salvar a la comunidad científica, la cultura y los tesoros más representativos del arte. También, a aquellos que paguen unas desorbitadas cantidades de dinero. Sin embargo, la población no está avisada de la catástrofe. Este el planteamiento inicial. El protagonista, Curtis Jackson, realiza una visita al Parque Nacional de Yellowstone, con sus hijos. En el parque, por casualidad, conocen a un curioso personaje llamado Charlie Frost que les informa de lo que acontecerá. Lo toman por loco. Pero los primeros síntomas de la hecatombe comienzan a manifestarse, haciendo creíble esa predicción.
 
El alemán Roland Emmerich- “Godzilla” (1998) e “Independence Day” (1996)- no suele dejar indiferente a  nadie. Generalmente, la crítica masacra sus filmes sin piedad. Mientras, los espectadores acuden en masa a verlos, en busca de repartos de lujo y espectaculares efectos visuales. En “El día después de Mañana” intentó tímidamente mostrar el fin de nuestro planeta. Ahora lo ha conseguido. Una película puramente visual, con todos los parámetros habituales, con los clichés que esperamos: Hundimiento de Los Ángeles, erupciones volcánicas, inundaciones, terremotos, fuego, “pirotecnia de Hollywood”… Añadiendo a todo una ausencia total de silencio, con un volumen desmedido.
 
Este tipo de producciones no profundiza en los personajes, la historia trata con superficialidad  el aspecto humano. Sin embargo, nos implicamos con ellos, deseamos que salgan ilesos, que se salven: Un final feliz...
 
Encontramos una duración desmedida, un exceso de metraje, sin aportar información, sin complementar la trama, sólo la exhibición de toda clase de posibilidades para destriur, eso sí, con unos efectos especiales que hacen empalidecer a otras producciones del mismo género.
 
En cuanto al reparto, John Cusack es apto para este tipo de papeles. Así lo fueron Matthew Broderick, o Jake Gyllenhaal en otros trabajos del director. Cusack (“Alta fidelidad”, 2000) inexpresivo, impasible, un héroe anónimo que trata de salvar a su familia, con la falta de carga emocional, antes mencionada. Woody Harrelson (Transsiberian, 2008) como Charlie Frost, un papel curioso para este polifacético actor, y quizá más marcado y susceptible de recuerdo, para ser un simple secundario.
 
“2012” tiene su misión en la cartelera: Pasar una tarde en el cine, atiborrarse de palomitas y disfrutar del derroche de efectos especiales, peripecias de los protagonistas tratando de evitar la muerte... Y tomarse la película como una broma. Si la tierra tuviera que acabar, que fuera como lo plantea Emmerich.

jueves, 12 de noviembre de 2009

El imaginario del Doctor Parnassus


Caos fascinante.

El imaginario del Doctor Parnassus (The Imaginarium of Doctor Parnassus, 2009)
Duración: 122 min. Director: Terry Gilliam. Guión: Terry Gilliam, Charles McKeown. Música: Jeff Danna, Mychael Danna. Fotografía: Nicola Pecorini. Reparto: Christopher Plummer, Heath Ledger, Tom Waits, Lily Cole, Andrew Garfield, Verne Troyer, Mark Benton, Johnny Depp, Jude Law, Colin Farrell, Peter Stormare.

La película nos presenta una compañía teatral, dirigida por el milenario Doctor Parnassus. Sus más de mil años son fruto de un pacto con el Diablo. Pero todo tiene un precio: la hija de 16 años del Doctor. Personajes extraños, ente los que se incluye un ilusionista llamado Anton, un enano, Percy, y un misterioso forastero: Tony. Todos ellos comenzarán un viaje para rescatar a la joven muchacha. Y la presencia de un espejo mágico que transporta a mundos fantásticos, paralelos.

"El imaginario del Doctor Parnassus" es un proyecto de Terry Gilliam, conocido por ser miembro (actor/director) de los Monthy Pyton ("El sentido de la vida", 1983).
Al separarse este memorabe grupo, Gilliam comienza su propio camino, su universo particular y, a veces, ininteligible: "12 monos" (1995) y "Brazil" (1985).

Este proyecto viene marcado por la muerte de su actor principal, Heath Ledger en 2008, durante el rodaje. La mente de Gilliam, clonó a Ledger, con cuatro rostros para un mismo personaje. Los cambios quedan perfectamente justificados desde el punto de vista argumental, y dentro del caos, que siempre aporta el director.

El difunto Ledger ("The Dark Knight", 2008) hace un papel grandioso, más allá del papel "oscarizado" de Joker. Depp está más acertado como sustituto de Ledger. Acostumbrado a esta clase de papeles ("El secreto de los hermanos Grimm", T. Gilliam, 2005). Colin Farrel, no tanto. Y Jude Law sobra del reparto, y su doblador al castellano, también. Un gran papel para Christopher Plummer, encarnando al Dr. Parnassus: Decadente y humano. Un diablo único e irrepetible: Tom Waits, en un papel a medida, y presencia obligada en las películas de Gilliam.

El guión, como siempre, caótico, un argumento que nadie comprende, pero que se revela fascinante e impredecible. En ocasiones, algo barroca, abrumadora, un tono sombrío invade la historia. Evoca el ambiente de la mencionada "Brazil".
Los elementos fantásticos fluyen desde el espejo, un deleite visual, personajes carnavalescos y situaciones paranormales. Unas deliciosas escenas para disfrutar y recordar. Una fábula adulta, con mucho encanto.

Película muy recomendable, tanto para los seguidores de Gilliam, como para aquellos que no conocen su universo, su poderoso sentido visual, el exceso de imágenes, la incomprensión de lo que ocurre en la pantalla, y las interrogantes que plantea.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Un actor total.



Si recordarmos a José Luis López Vázquez, podemos decir, sin pensar demasiado, toda su filmografía, o buena parte de ella. Es parte de nuestra memoria cinematográfica. 70 años dedicados al cine y teatro, interpretando personajes inolvidables, que difícilmente podremos borrar de nuestros recuerdos. Este madrileño, es todo un símbolo del cine español. Deja un gran legado.

Comenzó su carrera en el teatro María Guerrero de Madrid, con la obra “El anticuario”. En 1946, comenzó en el mundo del cine, y no paró. Desde la década de los 50 participó en los grandes títulos del cine español.

Repasar las películas de López Vázquez, seleccionar unas pocas, es tarea difícil, con riesgo de dejarse alguna de las más de 200 que interpretó, pero lo intentaremos:

“El pisito” (1959) de Marco Ferreri, con guión de Rafael Azcona, contiene humor negro que recorre el film de principio a fin. No le son ajenos propósitos de denuncia y de crítica social. López Vázquez hace una interpretación muy contenida y precisa, en contraste con su compañera de reparto Mary Carrillo.

“Plácido” (1961) de Luis García Berlanga. Una obra maestra de imprescindible visionado, en la que destaca el grandioso reparto de actores, excepcionalmente dirigidos. Sin olvidarnos, que esta película podría tener vigencia en nuestros días.

'La gran familia' (1962), de Fernando Palacios, uno de los filmes más entrañables de la cinematografía española. Otro gran reparto, y un padrino entrañable, que muchos quisieran para sí: López Vázquez.

Otra vez Berlanga: “El Verdugo” (1963). Este director supo sacar lo mejor de éste actor. En esta ocasión, un “pequeño papel”, pero que brillaba en cada escena. La película, un clásico, trata la profesión de verdugo, con toda la naturalidad y familiaridad que se pueda uno imaginar.

“Mi querida señorita” (1971) Jaime de Armiñán, y guión de J.L Borau, mostró un López Vázquez en su faceta dramática. Encarnando a Adela, en un papel que pocos hubieran aceptado. Film candidato a los Oscar como mejor película de habla no inglesa.

En 1971 llegó el histórico Emmy para “La cabina”, una película realizada para televisión por Antonio Mercero y completamente asfixiante. Una gran interpretación de López Vázquez, transmitiendo toda la claustrofobia posible al espectador, en una metáfora del fin de la dictadura.

Basada en la novela homónima de Eduardo Mendoza, el actor protagonizó “La verdad sobre el caso Savolta” (1978), dirigida por Antonio Drove. Nos parece una película interesante, fiel al libro. En ella López Vázquez mostraba más facetas de actor, nuevas aristas.

Por último, recordar la saga “Patrimonio Nacional” de Berlanga y “¿Y tú quién eres?” (2007), una tragicomedia sobre el Alzheimer y el vacío de la memoria dirigida por Antonio Mercero.

Se van los grandes de una gran generación de actores, nos quedamos huérfanos, el cine español pierde a los “decanos”, a aquellos que tuvieron que hacer “cine alimenticio” y conjugarlo con cine en mayúsculas, asumiendo ese hecho como profesionales.

Sirva esta crónica de rendido homenaje a José Luis López Vázquez, un actor total.