jueves, 25 de febrero de 2010

Shutter Island


Engañando a la mente.


Shutter Island (2010)

Duración: 138 min. Director: Martin Scorsese. Guión: Laeta Kalogridis (Novela: Dennis Lehane). Música: Varios. Fotografía: Robert Richardson.
Reparto: Leonardo DiCaprio, Mark Ruffalo, Ben Kingsley, Emily Mortimer, Michelle Williams, Patricia Clarkson, Max von Sydow, Jackie Earle Haley, Elias Koteas, John Carroll Lynch, Ted Levine, Christopher Denham.


Verano de 1954. Los agentes federales Teddy Daniels, (Leonardo DiCaprio) y Chuck Aule, (Mark Ruffalo), son destinados a una remota isla del puerto de Boston para investigar la desaparición de una peligrosa asesina, (Emily Mortimer), recluida en el hospital psiquiátrico de Ashecliffe, un centro penitenciario para criminales perturbados, dirigido por el siniestro doctor John Cawley, (Ben Kingsley). Pronto, descubrirán que el centro guarda oscuros secretos. La isla esconde algo más peligroso que los propios pacientes.

El maestro Scorsese, (“Taxi driver” de 1976, “Jo, qué noche” de 1985, y más recientemente, “Infiltrados”, de 2006), ha desarrollado, si no todos, casi la totalidad de los géneros cinematográficos y ahora, nos aproxima a esta historia, con un planteamiento inicial policiaco, que se transforma en psicológico. Quizá, su más reciente acercamiento a este tipo de films, fue con el remake de “El cabo del miedo”, que contaba con la inolvidable interpretación de Robert de Niro. Scorsese ha elegido una buena base para realizar “Shutter Island”, la novela homónima de Dennis Lehane, autor también de "Mystic River”, llevada al cine por Eastwood.

El director, otra vez, imparte una clase magistral de cómo se hace buen cine. Un misterio, y no saber qué está ocurriendo en pantalla, desconcierta al espectador a cada minuto que pasa. La película se sustenta en el guión, adaptado por Laeta Kalogridis, quien también colaboró en “Avatar” y es colaboradora habitual de James Cameron. Sin embargo, el problema de algunas películas, es que se agotan en sí mismas, por un final que hace encajar las piezas de golpe, y que, en un giro inesperado, se cierra absolutamente toda la trama. Así, que no podremos desvelar ningún contenido de la película, y esperemos que a nadie se le “destripe” su final. Mucho cuidado con los trailers, desvelan más de lo que deberían.



En cuanto al reparto tiene tres grandes puntales: DiCaprio, que mejora a cada película, más allá del recuerdo que dejó en “Titanic”; Ben Kingsley, ("Oscar" como mejor actor protagonista en “Gandhi”, de Richard Attenborough, en 1982), soberbio como siempre; y Mark Ruffalo, un papel secundario "de oro”. Y la inestimable aparición estelar de Max von Sydow, (“El séptimo sello”, Ingmar Bergman, 1957).



Recomendamos esta película, aunque salgamos del cine con la extraña sensación de no saber si en realidad nos ha gustado, pero habremos disfrutado de una atmosfera muy especial, del placer del buen cine de siempre, y nos atrapará la mágica calidad de la fotografía, en lo que se está convirtiendo ya en un perfecto binomio entre Scorsese y DiCaprio.

jueves, 11 de febrero de 2010

La carretera


La carretera (The Road, 2009)


Duración: 112 min. Director: John Hillcoat. Guión: Joe Penhall (Novela: Cormac McCarthy). Música: Nick Cave. Fotografía: Javier Aguirresarobe.Reparto: Viggo Mortensen, Kodi Smit-McPhee, Charlize Theron, Robert Duvall, Guy Pearce.


En un futuro, quizá no lejano, lo único que pudiera quedar, de lo que alguna vez fue nuestro planeta, es la inexistencia de vida es un terreno baldío. Ya no habrá más vida sobre la tierra, que la humana. Un padre, y su hijo, recorren ese panorama apocalíptico, sin saber cuál es su destino. El planeta, arrasado por un misterioso cataclismo, será el escenario para ellos. Viajan hacia la costa en busca de un lugar seguro, donde asentarse. Durante su travesía, se cruzarán con los pocos seres humanos que quedan, los cuales, se han vuelto locos, y se devoran los unos a los otros.


Están proliferando las películas apocalípticas, de grandes desastres, ya sean naturales, o bien provocados por la acción del hombre. En “La carretera” encontramos una buena adaptación de la novela ganadora del Premio Pulitzer de Cormac McCarthy, dirigida por John Hillcoat ("La propuesta" de 2005, en la que también utiliza otro libro de McCarthy), que convierte la novela en una road movie, con una estructura no convencional, pero que no le resta coherencia, ni fuerza.


La conjetura de lo que acaso quede, después de cualquier devastación, es ya, en sí mismo, un género cinematográfico. Desde la saga de “Mad Max“ (George Miller), pasando por “Hijos de los hombres” (Alfonso Cuarón), o “28 días después” (Danny Boyle), con las que este film comparte algunos parecidos. Sin embargo, en esta historia, sobrevuela siempre un cierto pesimismo, un tono de desaliento. Otros títulos, antes citados, aportan algo de esperanza, por mínima que fuera, aflorando, abriéndose paso al pesimismo, surgiendo de las tinieblas. En “La carretera”, no hay tregua. Se advierte un final predecible y sombrío: Todo irá a peor. Visualmente, es igual, por lo que destacamos la excepcional fotografía de Javier Aguirresarobe, que transmite desesperación, inquietud, con unos colores pálidos que envuelven al espectador, ante la perspectiva de que algún día podamos añorar los brillos y luces, en nuestro desolado mundo.


Los protagonistas, interpretados por Viggo Mortensen y Kodi Smit-McPhee, padre e hijo respectivamente, dotan de credibilidad a sus papeles, llegando a transmitir la complicidad propia de su parentesco y de las vivencias que marcan su destino. Logran que el espectador se emocione con sus sufrimientos y penurias. Charlize Theron realiza una interpretación anodina, sin matices. El veterano Robert Duvall (“El padrino”), cumple sobradamente su papel, e incluso eclipsa a Mortensen en algunos planos.


Hillcoat ha sacado partido al antagonismo entre el descrédito del padre, y la inocencia de su hijo, dónde la pérdida de fe, choca con la inocencia de un niño, que ve colores donde su padre sólo percibe negrura. Por último, una banda sonora diferente, y que en ocasiones, conlleva un cierto tono melodramático, pero con una calidad propia de su creador: Nick Cave. Una película muy recomendable.

jueves, 4 de febrero de 2010

Sherlock Holmes


Sherlock Holmes (2009)

Duración: 128 min. Director: Guy Ritchie. Guión: Mike Johnson, Guy Ritchie, Anthony Peckham. Música: Hans Zimmer. Fotografía: Philippe Rousselot. Reparto: Robert Downey Jr., Jude Law, Rachel McAdams, Mark Strong, Robert Maillet, Kelly Reilly.

Tardaba la industria del cine, en hacer una multimillonaria revisión del famoso personaje, de Arthur Conan Doyle: Sherlock Holmes. Y no una, sino dos. La segunda parte ya está fase en producción.

Tras varios crímenes cometidos en Londres, Holmes y su inseparable e incondicional compañero, Watson, llegan a tiempo para salvar a la última víctima y descubrir al asesino: Lord Blackwood. Blackwood, condenado a la horca, advierte a Holmes que la muerte no detendrá sus planes. Y más llaá de la muerte del “villano”, el pánico en Londres, de nuevo, vuelve a extenderse. Comenzará un nuevo reto para los protagonistas. Por supuesto, la agudeza intelectual de Holmes se pondrá en marcha.

La trama de esta película tiene origen en el cómic de Lionel Wigram. Wigram reinventó los personajes de Conan Doyle, convirtiendo a Sherlock y al Doctor en detectives más agresivos y letales, capaces de boxear y de batirse en duelo con los malhechores.

Guy Ritchie (“Snatch. Cerdos y diamantes”, 2000) dirige esta revisión, en la que nos presenta la ciudad de Londres en el sigo XIX, libremente recreado, con ambientación y atmósfera cercana al cómic. Peca de olvidarse de la elegancia, sabiduría y reflexión que el cine clásico hizo del personaje de Holmes, un personaje mítico, para todos aquellos que de niños, o no tan niños, hemos leído a Conan Doyle. Golpes, ruidos, acción y una actitud “macarra” de los personajes que no termina de convencer.

Downey Jr. y Law, correctos en sus interpretaciones, convincentes. Especial mención a Law, que realza la figura de Watson. Suponemos que ambos actores cumplirán con las exigencias que Richie perfiló en su mente para la interpretación de ambos papeles, dado que rompen con todos los clichés anteriores, tanto en lo psicológico como en lo físico.

Nos gustaría reseñar algunas películas clásicas sobre Holmes: “La vida privada de Sherlock Holmes” (Billy Wilder, 1970), una obra maravillosa; la serie de películas de Roy William Neill en los años 40. Y una película entrañable del joven detective: “El secreto de la pirámide” (Barry Levinson, 1985). Sin olvidarnos de la más extraña e interesante: “Sherlock Jr.” (Buster Keaton, 1929).


Todas las revisiones de cómics, o de personajes de novelas, caen en los mismos defectos: Un gran “circo” visual, con poco guión, y deseos de romper con la personalidad de los personajes, que tenemos asumidas. Entretenida y visualmente potente, con ritmo frenético en su comienzo. Pero que se desinfla conforme pasan los minutos. Así, los golpes de efecto, no lo son tanto, y quedan desvaídos y sin la pretendida fuerza.