jueves, 4 de febrero de 2010

Sherlock Holmes


Sherlock Holmes (2009)

Duración: 128 min. Director: Guy Ritchie. Guión: Mike Johnson, Guy Ritchie, Anthony Peckham. Música: Hans Zimmer. Fotografía: Philippe Rousselot. Reparto: Robert Downey Jr., Jude Law, Rachel McAdams, Mark Strong, Robert Maillet, Kelly Reilly.

Tardaba la industria del cine, en hacer una multimillonaria revisión del famoso personaje, de Arthur Conan Doyle: Sherlock Holmes. Y no una, sino dos. La segunda parte ya está fase en producción.

Tras varios crímenes cometidos en Londres, Holmes y su inseparable e incondicional compañero, Watson, llegan a tiempo para salvar a la última víctima y descubrir al asesino: Lord Blackwood. Blackwood, condenado a la horca, advierte a Holmes que la muerte no detendrá sus planes. Y más llaá de la muerte del “villano”, el pánico en Londres, de nuevo, vuelve a extenderse. Comenzará un nuevo reto para los protagonistas. Por supuesto, la agudeza intelectual de Holmes se pondrá en marcha.

La trama de esta película tiene origen en el cómic de Lionel Wigram. Wigram reinventó los personajes de Conan Doyle, convirtiendo a Sherlock y al Doctor en detectives más agresivos y letales, capaces de boxear y de batirse en duelo con los malhechores.

Guy Ritchie (“Snatch. Cerdos y diamantes”, 2000) dirige esta revisión, en la que nos presenta la ciudad de Londres en el sigo XIX, libremente recreado, con ambientación y atmósfera cercana al cómic. Peca de olvidarse de la elegancia, sabiduría y reflexión que el cine clásico hizo del personaje de Holmes, un personaje mítico, para todos aquellos que de niños, o no tan niños, hemos leído a Conan Doyle. Golpes, ruidos, acción y una actitud “macarra” de los personajes que no termina de convencer.

Downey Jr. y Law, correctos en sus interpretaciones, convincentes. Especial mención a Law, que realza la figura de Watson. Suponemos que ambos actores cumplirán con las exigencias que Richie perfiló en su mente para la interpretación de ambos papeles, dado que rompen con todos los clichés anteriores, tanto en lo psicológico como en lo físico.

Nos gustaría reseñar algunas películas clásicas sobre Holmes: “La vida privada de Sherlock Holmes” (Billy Wilder, 1970), una obra maravillosa; la serie de películas de Roy William Neill en los años 40. Y una película entrañable del joven detective: “El secreto de la pirámide” (Barry Levinson, 1985). Sin olvidarnos de la más extraña e interesante: “Sherlock Jr.” (Buster Keaton, 1929).


Todas las revisiones de cómics, o de personajes de novelas, caen en los mismos defectos: Un gran “circo” visual, con poco guión, y deseos de romper con la personalidad de los personajes, que tenemos asumidas. Entretenida y visualmente potente, con ritmo frenético en su comienzo. Pero que se desinfla conforme pasan los minutos. Así, los golpes de efecto, no lo son tanto, y quedan desvaídos y sin la pretendida fuerza.