martes, 21 de julio de 2009

Gamberrada Documentada


Brüno (2009)

Duración: 81 minutos. Director: Larry Charles. Guión: Sacha Baron Cohen, Anthony Hines, Dan Mazer. Música: Erran Baron Cohen. Fotografía: Anthony Hardwick, Wolfgang Held. Reparto: Sacha Baron Cohen, Alice Evans, Trishelle Cannatella, Sandra Seeling, Candice Cunningham, Ben Youcef, Emerson Brooks, Todd Christian Hunter, David Hill, Tom Yi, Amy Tiehel, Kea Könneker, Alexander von Roon.

Gamberrada documental.

Pocas veces encontramos en la cartelera una verdadera comedia, un producto que desencaje nuestras mandíbulas y nos haga reflexionar, todo a la vez. Brüno es un personaje creado por Sacha Baron Cohen, quien se diera a conocer por “Ali G”, una serie de televisión inglesa, que posteriormente saltó a la gran pantalla con el título de “Ali G anda suelto”. Con Borat, su primera creación documental, regaló una de las mejores comedias de los últimos tiempos, por su originalidad, así como por la reflexión que plantea a los espectadores. En esta ocasión, repite el planteamiento de falso documental, como hicieran Woody Allen en “Zelig” y Tim Robbins en “Ciudadano Bob Roberts” (1992), entre otras. Y por supuesto, citar un antecesor clásico en radio: “La guerra de los mundos” de Orson Welles.
Esta película presenta a Brüno, un reportero gay austriaco que llega a Estados Unidos de América con el propósito de hacerse famoso, revolucionar el mundo de la moda y toparse con lo más extraño de esa sociedad.
Sacha Baron Cohen, va más allá del método Stanislavski, vive el papel, fuera y dentro de la película, se sumerge en todos los aspectos de su personaje y hace creíble lo que nos muestra. Con Borat, ya consiguió el Globo de Oro al mejor actor de comedia en 2006, y con Brüno es muy posible que se repita ese premio.
Si superamos las escenas más fuertes, casi de cine porno, y no nos quedamos sólo con ello, podremos ver una crítica a la superficialidad del mundo de la moda, del espectáculo y de los homófobos, así como del ejército americano, la religión y hasta los terroristas de Al Qaeda. Cabe destacar la censura a las madres que venden a sus hijos para anuncios publicitarios. No sabemos bien cómo es posible, en tan poco metraje, repartir tanta crítica macarra, gamberra y sin concesiones.
La película dirigida por Larry Charles, que es un director acostumbrado a los documentales, así como a las series de televisión, (colaboró en la serie de 1966 “Batman”). Recientemente ha dirigido “Religulous” (“A Spiritual Journey”, 2008) un estudio de la situación actual de las creencias. El director plantea movimientos de cámara imposibles, un ritmo frenético y el uso de cámara oculta para sacar lo más disparatado de los extraños personajes que aparecen por la película.
Desde luego, debemos superar lo superficial, lo puramente cómico, para asimilar la crítica social, su inteligencia y mala saña.
La campaña de marketing ha intentado que el público acuda en masa a ver esta película, mostrando un tráiler que puede resultar engañoso, no es un puro divertimento, es algo más. Brüno es una película sólo para adultos, y que estén dispuestos a sentirse provocados.

jueves, 9 de julio de 2009

La última casa a la izquierda


“La última casa a la izquierda” (The Last House on the Left) 2009.

Director: Dennis Iliadis. Guión: Adam Alleca, Carl Ellsworth (Historia original: Wes Craven). Música: John Murphy. Fotografía: Sharone Meir. Reparto: Tony Goldwyn, Monica Potter, Garret Dillahunt, Sara Paxton, Rhys Coiro, Martha MacIsaac, Riki Lindhome, Aaron Paul, Spencer Treat Clark. Productora: Universal Pictures / Midnight Pictures.

Como ya viene siendo habitual, nos encontramos con una revisión de una producción de los años setenta. Wes Craven, director de la trilogía “Scream”, debutó con “La última casa a la izquierda”, convirtiéndose posteriormente en uno de los maestros del cine de terror adolescente. Craven hizo alarde de violencia gratuita y se aproximó a lo que luego se denominaría cine “gore”.

A pesar de ser un remake, una táctica muy socorrida en la industria del cine actual, no desmerece de la primera versión lo más mínimo, y aporta un tratamiento renovador en lo visual, así como una mejora de los aspectos técnicos, que en la original se realizó, casi, como una película “amateur”.

La acción se organiza en una simetría de violencia. Por un lado, la violencia, podemos decir, en estado salvaje, y por otro, la venganza, calculada, fría y casi científica.

Mary y Phylis planean celebrar el cumpleaños de una de ellas, acudiendo a un concierto de su grupo preferido. Antes de que lleguen a la ciudad, son raptadas por un trío de maníacos, que las violan y asesinan brutalmente, tan sólo a cien metros de la casa paterna.

Los agresores, abandonan los cuerpos y se dirigen a pedir alojamiento en casa de los padres de Mary. Estos, mediante indicios, irán tomando conciencia de los actos de violencia y brutalidad cometidos contra su hija y su amiga. Así comenzará a generarse un ardiente deseo de venganza.

Dennis Iliadis (“Hardcore”) ha sido una buena elección de Universal Pictures para dirigir la película, dado que aporta sofisticación, inéditos aspectos de montaje y un buen manejo de los espacios y ritmos. Iliadis ha cambiado de la original algunas escenas de excesiva violencia y crueldad para dotarla de mayor tensión y un ritmo más nervioso.

La excelente fotografía de Sharone Meir aporta una atmosfera agobiante y sucia que añade más carga dramática a la película. Sin olvidarnos de la mejora en esta versión del apartado musical, que ha sido elaborada por John Murphy, prestigioso compositor para anuncios televisivos.

Las interpretaciones son otro de los puntos fuertes de este film, desde Sara Paxton, fantástica en un cambio de registro considerable, hasta Monica Potter, pasando por un Garret Dillahunt haciendo de David Hess, mucho más sádico y violento que en la película de Craven.

Iliadis ha planteado un discurso sobre la oscura naturaleza de todo ser humano, y la venganza basada en el “ojo por ojo”. Deja a los espectadores la justificación o aprobación de la sangrienta reacción de los padres, dando libertad de uso a la ética de cada uno.

Finalmente, dejar claro que esta película es dura, cruel y sangrienta, destinada a quienes estén familiarizados con este género.


Obsesionada


Obsesionada (Obsessed) 2009.

Duración: 105 minutos.

Director: Steve Shill. Guión: David Loughery. Música: James Dooley. Fotografía: Ken Seng. Reparto: Beyoncé Knowles, Idris Elba, Ali Larter, Christine Lahti, Bruce McGill, Scout Taylor-Compton, Ron Roggé, Jerry O'Connell, Richard Ruccolo, Candice Cunningham, Meredith Roberts, Monica Ford, Janora McDuffie, Heather La Bella, Dana Cuomo, Matthew Humphreys, Paul Joyner.

Es inevitable, al hablar de esta película, hacer referencia a sus precedentes más notables, y por otra parte, más intensos y eficaces: “Acoso” (1994) de Barry Levinson, o “Atracción fatal” (1987) de Adrian Lyne, ambas interpretadas magníficamente por Michael Douglas.

En esta ocasión, se hace uso, y en parte abuso, de la típica trama en la que una mujer, Lisa (Ali Larter), siente una irresistible atracción hacia un hombre, Derek Charles (Idris Elba), felizmente casado con una atractiva esposa, Sharon Charles (Beyoncé Knowles).

La acción, que comienza con un clima tranquilo, a manera de preludio o puesta en escena, irá acelerándose progresivamente hasta alcanzar un alto nivel de intensidad, que hacia el final parece un tanto excesivo, ya que en el desenlace la espiral de violencia resulta sobrecargada con escenas que no aportan prácticamente nada.

Esta película tiene carácter de autopromoción en lo referente a la cantante Beyoncé Knwoles, que produce el film. No es la primera vez que se crea un producto cinematográfico destinado al lucimiento de una estrella del pop, como ya sucediera con Madonna o Jennifer López. Aunque, a favor de Beyoncé, apreciamos un buen potencial como actriz que, en esta ocasión, no ha sido utilizado en su totalidad.

En cuanto al actor Idris Elba, en el papel del marido, no resulta convincente, ni en los momentos de mayor carga dramática.

Sí resulta efectiva la interpretación de Ali Larter (“Destino Final”), en la que despliega toda su sensual estrategia, que parece comenzar como un juego inocente, para terminar en un estado de obsesión enfermiza, que la conducirá a realizar actos extremos, con tal de imponer su voluntad.

En cuanto a la dirección, ha sido realizada por Steve Shill, autor de series de televisión: “Roma” o “Brotherhood”. Este rasgo se aprecia en que ha sido dirigida con un enfoque puramente de entretenimiento, sin profundizar en aspectos de las diferentes personalidades del triángulo que sustenta la trama.

El guión desarrollado por David Loughery, quien también firmara “La última frontera” de la mítica saga de Star Trek, es correcto y bien construido, aunque simple en su planteamiento, pero desaprovechado en lo visual, circunstancia achacable al director.

En conclusión, es un thriller que, de puro tópico resulta muy previsible, final feliz incluido, concesión muy propia del estilo tradicional de Hollywood.

Todo ello se debe a la gran cantidad de películas que han recurrido a temáticas semejantes a ésta, pero no por ello deja de entretener y mostrar a una Beyoncé y Ali Larter que captarán sin duda la atención del público masculino.