jueves, 9 de julio de 2009

Obsesionada


Obsesionada (Obsessed) 2009.

Duración: 105 minutos.

Director: Steve Shill. Guión: David Loughery. Música: James Dooley. Fotografía: Ken Seng. Reparto: Beyoncé Knowles, Idris Elba, Ali Larter, Christine Lahti, Bruce McGill, Scout Taylor-Compton, Ron Roggé, Jerry O'Connell, Richard Ruccolo, Candice Cunningham, Meredith Roberts, Monica Ford, Janora McDuffie, Heather La Bella, Dana Cuomo, Matthew Humphreys, Paul Joyner.

Es inevitable, al hablar de esta película, hacer referencia a sus precedentes más notables, y por otra parte, más intensos y eficaces: “Acoso” (1994) de Barry Levinson, o “Atracción fatal” (1987) de Adrian Lyne, ambas interpretadas magníficamente por Michael Douglas.

En esta ocasión, se hace uso, y en parte abuso, de la típica trama en la que una mujer, Lisa (Ali Larter), siente una irresistible atracción hacia un hombre, Derek Charles (Idris Elba), felizmente casado con una atractiva esposa, Sharon Charles (Beyoncé Knowles).

La acción, que comienza con un clima tranquilo, a manera de preludio o puesta en escena, irá acelerándose progresivamente hasta alcanzar un alto nivel de intensidad, que hacia el final parece un tanto excesivo, ya que en el desenlace la espiral de violencia resulta sobrecargada con escenas que no aportan prácticamente nada.

Esta película tiene carácter de autopromoción en lo referente a la cantante Beyoncé Knwoles, que produce el film. No es la primera vez que se crea un producto cinematográfico destinado al lucimiento de una estrella del pop, como ya sucediera con Madonna o Jennifer López. Aunque, a favor de Beyoncé, apreciamos un buen potencial como actriz que, en esta ocasión, no ha sido utilizado en su totalidad.

En cuanto al actor Idris Elba, en el papel del marido, no resulta convincente, ni en los momentos de mayor carga dramática.

Sí resulta efectiva la interpretación de Ali Larter (“Destino Final”), en la que despliega toda su sensual estrategia, que parece comenzar como un juego inocente, para terminar en un estado de obsesión enfermiza, que la conducirá a realizar actos extremos, con tal de imponer su voluntad.

En cuanto a la dirección, ha sido realizada por Steve Shill, autor de series de televisión: “Roma” o “Brotherhood”. Este rasgo se aprecia en que ha sido dirigida con un enfoque puramente de entretenimiento, sin profundizar en aspectos de las diferentes personalidades del triángulo que sustenta la trama.

El guión desarrollado por David Loughery, quien también firmara “La última frontera” de la mítica saga de Star Trek, es correcto y bien construido, aunque simple en su planteamiento, pero desaprovechado en lo visual, circunstancia achacable al director.

En conclusión, es un thriller que, de puro tópico resulta muy previsible, final feliz incluido, concesión muy propia del estilo tradicional de Hollywood.

Todo ello se debe a la gran cantidad de películas que han recurrido a temáticas semejantes a ésta, pero no por ello deja de entretener y mostrar a una Beyoncé y Ali Larter que captarán sin duda la atención del público masculino.