jueves, 9 de julio de 2009

La última casa a la izquierda


“La última casa a la izquierda” (The Last House on the Left) 2009.

Director: Dennis Iliadis. Guión: Adam Alleca, Carl Ellsworth (Historia original: Wes Craven). Música: John Murphy. Fotografía: Sharone Meir. Reparto: Tony Goldwyn, Monica Potter, Garret Dillahunt, Sara Paxton, Rhys Coiro, Martha MacIsaac, Riki Lindhome, Aaron Paul, Spencer Treat Clark. Productora: Universal Pictures / Midnight Pictures.

Como ya viene siendo habitual, nos encontramos con una revisión de una producción de los años setenta. Wes Craven, director de la trilogía “Scream”, debutó con “La última casa a la izquierda”, convirtiéndose posteriormente en uno de los maestros del cine de terror adolescente. Craven hizo alarde de violencia gratuita y se aproximó a lo que luego se denominaría cine “gore”.

A pesar de ser un remake, una táctica muy socorrida en la industria del cine actual, no desmerece de la primera versión lo más mínimo, y aporta un tratamiento renovador en lo visual, así como una mejora de los aspectos técnicos, que en la original se realizó, casi, como una película “amateur”.

La acción se organiza en una simetría de violencia. Por un lado, la violencia, podemos decir, en estado salvaje, y por otro, la venganza, calculada, fría y casi científica.

Mary y Phylis planean celebrar el cumpleaños de una de ellas, acudiendo a un concierto de su grupo preferido. Antes de que lleguen a la ciudad, son raptadas por un trío de maníacos, que las violan y asesinan brutalmente, tan sólo a cien metros de la casa paterna.

Los agresores, abandonan los cuerpos y se dirigen a pedir alojamiento en casa de los padres de Mary. Estos, mediante indicios, irán tomando conciencia de los actos de violencia y brutalidad cometidos contra su hija y su amiga. Así comenzará a generarse un ardiente deseo de venganza.

Dennis Iliadis (“Hardcore”) ha sido una buena elección de Universal Pictures para dirigir la película, dado que aporta sofisticación, inéditos aspectos de montaje y un buen manejo de los espacios y ritmos. Iliadis ha cambiado de la original algunas escenas de excesiva violencia y crueldad para dotarla de mayor tensión y un ritmo más nervioso.

La excelente fotografía de Sharone Meir aporta una atmosfera agobiante y sucia que añade más carga dramática a la película. Sin olvidarnos de la mejora en esta versión del apartado musical, que ha sido elaborada por John Murphy, prestigioso compositor para anuncios televisivos.

Las interpretaciones son otro de los puntos fuertes de este film, desde Sara Paxton, fantástica en un cambio de registro considerable, hasta Monica Potter, pasando por un Garret Dillahunt haciendo de David Hess, mucho más sádico y violento que en la película de Craven.

Iliadis ha planteado un discurso sobre la oscura naturaleza de todo ser humano, y la venganza basada en el “ojo por ojo”. Deja a los espectadores la justificación o aprobación de la sangrienta reacción de los padres, dando libertad de uso a la ética de cada uno.

Finalmente, dejar claro que esta película es dura, cruel y sangrienta, destinada a quienes estén familiarizados con este género.