Continuará...
En la casa (Dans la maison, 2012)
Duración:105 min.Director:François
Ozon. Guión: François Ozon (Obra:
Juan Mayorga). Música: Philippe
Rombi. Fotografía: Jérôme Alméras. Reparto: Fabrice Luchini, Ernst
Umhauer, Kristin Scott Thomas, Emmanuelle Seigner, Diana Stewart, Denis
Ménochet, Jean-François Balmer, Fabrice Colson, Bastien Ughetto, Stéphanie
Campion.
2012: Festival de San Sebastián: Concha de Oro a la mejor
película, y al mejor guión
Un profesor de literatura francesa,
desalentado y hastiado por las insulsas y torpes redacciones de sus nuevos
alumnos, descubre entusiasmado que, por el contrario, el chico que se sienta al
fondo de la clase, muestra en sus trabajos un agudo y sutil sentido de la
observación. Este chico, que se siente extrañamente fascinado por la familia de
uno de sus compañeros, escribirá, animado por el profesor, una especie de
novela sobre esa familia, (y también sobre el profesor), en la que es difícil
distinguir entre realidad y ficción.
Llevamos avisando, desde hace tiempo,
que el cine francés está alcanzando un nivel de calidad muy superior al cine,
ya no sólo el de Hollywood, sino al conjunto mundial. Propuestas
divertidas, con una gran dosis de crítica, apuestas por el verdadero trabajo de
los actores, y, no tanto por los artificios propios de la industria. Películas
poco dadas a los efectos especiales, en los que el tratamiento de la imagen,
podría considerarse clásico, o, incluso preteder realizar tratamientos teatrales:
Interpretaciones potentes y un sólido guión en el que todo encaja.
Un juego de espejos, un
caleidoscopio de la realidad, donde cada uno cumple un papel asignado, y, donde
las sorpresas no existen. Pero, que, en la combinación, en la permutación de
papeles, la interrelación de los personajes hace cambiar la realidad, la
transforma, la modifica, y puede que la manipule. Nos adentra en “Las mil y una
noches”, donde el profesor ejerce de Sultán, y el alumno de Sherezade..., el
juego de que nos cuenten historias, y atraparnos en ese universo recreado,
mitad fantasía, mitad realidad. ¿Cómo acabará? ¿Qué pasará? Todos somos “voyeurs”,
todos poseemos alma de “portera”, deseosos de enterarnos de las miserias de los demás.
El profesor Germain, interpretado
por Fabrice Luchini, es un personaje bien trazado, definido. Un aburrido profesor
que piensa en poder “salvar” a un alumno, aunque sea uno solo. Poder aportarle
la verdadera pasión por la literatura, la escritura. Profesor resignado,
frustrado por los intentos de inculcar amor por las letras a un grupo de
adolescentes, preocupados por cualquier cosa, menos en leer un libro. Calco de la
sociedad, y de la profesión de profesor/maestro. En la que, ni la pasión por
enseñar, hace posible que los alumnos presten atención. Un personaje complejo, que ve en uno de sus
alumnos lo que él no posee. Y no quiere que se malgaste ese talento, o “don”.
Brillante interpretación de Luchini. Inmejorable.
Interesante también la actuación
de Kristin Scott Thomas. Sin embargo, Emmanuelle Seigner, aunque guapa, sensual e
insinuante, resulta muy plana una interpretación que necesitaba, por su silencio, basarse en
las miradas y los gestos con mayor profundidad.
Obra maestra del cine moderno. El
director François Ozon, ha realizado una excepcional película, en la que nada
es lo que parece.. Realidad y ficción para obligarnos a pensar.