El
Irlandés (The Guard, 2011)
Duración:
96 min. Director: John Michael McDonagh. Guión:
John Michael McDonagh. Música:
Calexico Fotografía: Larry Smith Reparto:
Brendan Gleeson, Don Cheadle, Liam Cunnigham, David Wilmot, Rory Keenan, Mark
Strong, Fionnula Flanagan, Dominique McElligott, Sarah Greene, Katarina Cas,
Pat Shortt, Darren Healy, Laurence Kinlan, Gary Lydon.
Un policía irlandés,
poco ortodoxo, se ve forzado a colaborar con un agente del FBI, para investigar
un asunto internacional, relacionado con el tráfico de drogas. Un asesinato
poco corriente, en un lugar pequeño, donde nunca ocurre nada. Un policía
atípico. Una población pequeña de Irlanda, en la que todo el mundo vive metido
en su casa, sin pocas relaciones sociales.
El pub y el fútbol son los únicos lugares para relacionarse. En un
ambiente tan cerrado, un policía de color no es bienvenido.
Nominada en los Globos
de Oro a la categoría de mejor comedia, y ganadora en los premios BAFTA con el
premio al mejor Guión, por fin llega este film a nuestras carteleras.
El director, John
Michael McDonagh, se estrena con una obra cargada de auténtico cine, habiendo
tomado nota de los grandes directores, tanto de comedia, como de cine negro. Es
difícil no acordarse de “Fargo”, de los hermanos Coen, en algunas escenas, e
incluso la estética de algunos momentos de “Pulp Fiction”, o los diálogos
de “Reservoir Dogs”, ambas de Quentin
Taranttino. Un guión y dirección impecables, en los que los pequeños errores
técnicos no son evidentes, ni hacen desmerecer el conjunto. Un ritmo narrativo
complejo: Acelera, para, coge impulso y vuelve, se detiene, e irrumpe en
estallidos. Todo ello, con varias historias dentro de la narración principal,
múltiples matices, y el debate sobre la moralidad, bien versus mal.
Brendan Gleeson, como
policía irlandés, realiza una actuación brillante, sin fisuras, donde el
personaje, es amado y odiado a la vez. Muestra que, pese a no recaer en él
papeles protagonistas, y hacer de eterno actor de reparto, posee magia y un
brillo especial en la pantalla. Llena cada secuencia con su mirada, el silencio
que provocan sus comentarios, la tosquedad que encarna, la sobriedad…, y, sin
embargo, una elegancia que intimida. Héroe o villano, inmerso en una comedia
sorprendente. No sabríamos encontrar otro actor que pudiera defender la doble
moral del personaje, con la misma convicción. Don Cheadle, como agente del FBI,
encarna todo lo contrario del policía irlandés. La prestancia de quien posee la
razón, la verdad, los conocimientos, y unos principios irrenunciables, a prueba
de sobornos. Es la oposición al protagonista. Aunque al final de la película,
el espectador comprobará que no están tan alejados como se pudiera pensar. Un
actor sobradamente conocido por sus
papeles en películas de acción, (“Traffic” de 2000), y series televisivas,
(“Picket Fences” de 1992). En esta ocasión realza su profesionalidad,
destacando que bien pudiera ser considerado para papeles de mayor carga
dramática.
Impresionante película,
que ha tardado en llegar a España, y que lo hace en unas fechas vacacionales no
muy proclives a que nos acordemos de acudir a las salas de cine. Si tienen la
oportunidad, no lo duden. Sin duda, es una de las mejores películas del año.
Aunque al no ser políticamente correcta, desafortunadamente, no permanecerá mucho
tiempo en cartelera.