The Artist (2011)
Duración: 100 min. Director: Michel Hazanavicius. Guión: Michel Hazanavicius. Música: Ludovic Bource. Fotografía: Guillaume Schiffman (B&W). Reparto: Jean Dujardin, Bérénice Bejo, James Cromwell, John Goodman, Penelope Ann Miller, Missi Pyle, Malcolm McDowell, Ed Lauter.
Hollywood, año 1927. George Valentin, es una gran estrella del cine mudo, a quien la vida le sonríe. Pero, con la llegada del cine sonoro, su carrera corre peligro de quedar sepulatada en el olvido. Por su parte, la joven actriz, Peppy Miller, que comenzó de extra al lado de Valentin, verá impulsada su carrera a lo más alto, al firmamento de las estrellas.
Hubo un tiempo, en el que el cine era mudo, música en directo, para acompañar las gestas de los personajes, unos pequeños carteles para algunas frases, imposibles de expresar, gesticulaciones de los actores sobreactuadas, para acentuar los sucesos... Pero, esos actores, no supieron adaptarse al cine sonoro. Así por ejemplo, en “Cantar bajo la lluvia”, (Stanley Donen, Gene Kelly, 1952), existe una escena en la que un irritado director de cine, intenta que los actores reciten su diálogo ante el micrófono, y ellos no saben declamar, sólo hacer grandes muecas. La primera película sonora fue “El cantor de Jazz”, de Alan Crosland, en 1927, aunque su calidad visual no es la deseada, Warner Bros cambió el mundo del cine, y toda la industria, con el perjuicio para los actores que no se pudieron adaptar.
“The Artist”, es algo insólito en estos tiempos de cine sonoro, en 3D, con multitud de efectos especiales, con innumerable colorido… Los sentidos, en ocasiones, se confunden con tanta explosión, con los alaridos de multitud de personajes, con el Dolby Sorround que nos envuelve, y aturde nuestra percepción. Sólo un director, Michel Hazanavicius, (“Mes amis”, 1999), se arriega a presentar un producto en blanco y negro, y además sin sonido. Repetimos: Insólito. Ya en otras ocasiones, W. Allen lo hizo en “Manhattan”, (1979), cuando todos presagiaban que no debía hacer un film sin color. Después, Steven Spielberg, volvió a romper los cánones con “La lista de Schindler”, (1993), también con ausencia de color, salvo unas pinceladas, para que no perdiéramos de vista a un personaje. Estas dos excepciones, entre otras, fueron un éxito de público y crítica. Así podría suceder con “The Artist”, un film para cinéfilos, que si el público menos avezado, supera los prejuicios de ver una película muda, y además, sin color, podría acercarse a una gran comedia romántica sobre la industria del cine. Una excelente historia, bien construida y tejida, desarrollando los personajes, evolucionando...
Esta película, está llamada a convertirse en la gran triunfadora de los “Oscar”, dado que, ya posee 6 nominaciones para la antesala de la gala de Hollywood, los Globos de Oro, y también ha triunfado en Cannes, o el Festival de San Sebastián, y en los premios de la crítica de New York…
Los actores, increíbles. Sobre todo, Jean Dujardin, en el papel protagonista, que soporta perfectamente una técnica no basada en la voz, y sí, en cómo transmitir todo tipo de estados emocionales con su rostro. Bérénice Bejo, también reseñable, de pareja del protagonista, y con una química especial en la pantalla.
Excepcional película, una maravilla, fascinante, luminosa, atractiva, cine en estado puro, dotada de ese toque mágico que convierte lo sencillo en una obra maestra.