Duración: 90 min. Director: Benoît Delépine, Gustave de Kervern. Guión: Benoît Delépine, Gustave de Kervern. Música: Fotografía: Hugues Poulain. Reparto: Gérard Depardieu, Yolande Moreau, Isabelle Adjani, Benoît Poelvoorde, Philippe Nahon, Bouli Lanners, Serge Larivière, Dick Annegarn.
“Mammuth”, Serge, (Gérard Depardieu), trabaja en un matadero. De figura oronda y muy tímido, acaba de cumplir sesenta años. Para celebrar su jubilación, sus compañeros organizan una fiesta de despedida. Desde los dieciséis años, Serge se ha ganado la vida en los más diversos trabajos, sin faltar ni un día, ni siquiera por enfermedad. Pero, cuando cree llegado el momento de descansar, surge un problema de difícil solución. Al arreglar los trámites administrativos relativos a su pensión, encuentra que hay irregularidades, en algunos de los trabajos que realizó. Para conseguir aclarar esas lagunas en su informe de vida laboral, emprenderá un viaje al pasado. Recorrerá lugares, retomará amigos y antiguos compañeros de trabajo, familiares que había olvidado…, hasta desviarse del auténtico motivo que le impulsó a iniciar el viaje, cuando la memoria del primer amor le provoca amargos recuerdos.
Los irreverentes directores, Benoît Delépine y Gustave de Kervern, que demostraron con “Louise-Michel”, (2008), un cine raro y desmedido, vuelven a rizar el rizo, a llevar a sus personajes al límite, con el surrealismo al que nos tienen acostumbrados. Aportan un muestrario de personas raras, diferentes, pero del todo reales. “Mammuth” es una “road movie”, llegando a la locura, en la que el protagonista cae a las profundidades, observando una realidad que supera cualquier ficción. Sin embargo, en un intento de producir tantas situaciones surrealistas, rebosar excentricidad, pierden el tono conmovedor del viaje. Esta película, recuerda al cine de Ken Loach, un drama que torna a risa, una forma de quitarle amargura, para poder proseguir. Contemplando crudamente el drama, no tendríamos fuerzas para continuar. Woddy Allen afirma: “Comedia” es la suma de drama más tiempo. Pero en ocasiones, ni el tiempo hace falta para tomarnos todo con humor. También apreciamos ciertos momentos que enlazan con el cine de Sofía Coppola, unos silencios y reflexiones interiores, momentos de soledad, que no importan a nadie, sólo a los directores del film.
El comienzo de la película es impresionante, pero se va difuminando un poco, y sólo un gran Depardieu, como siempre, arrastra la obra, hace que funcione, llegando a identificarnos con un personaje melenudo y tosco, de gran humanidad, al que la vida sólo le ha enseñado a trabajar, para después descubrir que no ha hecho nada más. Acabar el camino, jubilarse, y ver que existían bifurcaciones que nunca tomó. Yolande Moreau, como pareja de Depardieu, consigue transmitir la sencillez y cercanía de la gente normal, en un papel muy meritorio.
“Mammuth”: Un momento de revisión y reflexión, una mirada nostálgica, un reencuentro con el pasado, y la idea de que las personas cambian con el tiempo. En definitiva, un viaje hacia la libertad interior.
“Mammuth”, Serge, (Gérard Depardieu), trabaja en un matadero. De figura oronda y muy tímido, acaba de cumplir sesenta años. Para celebrar su jubilación, sus compañeros organizan una fiesta de despedida. Desde los dieciséis años, Serge se ha ganado la vida en los más diversos trabajos, sin faltar ni un día, ni siquiera por enfermedad. Pero, cuando cree llegado el momento de descansar, surge un problema de difícil solución. Al arreglar los trámites administrativos relativos a su pensión, encuentra que hay irregularidades, en algunos de los trabajos que realizó. Para conseguir aclarar esas lagunas en su informe de vida laboral, emprenderá un viaje al pasado. Recorrerá lugares, retomará amigos y antiguos compañeros de trabajo, familiares que había olvidado…, hasta desviarse del auténtico motivo que le impulsó a iniciar el viaje, cuando la memoria del primer amor le provoca amargos recuerdos.
Los irreverentes directores, Benoît Delépine y Gustave de Kervern, que demostraron con “Louise-Michel”, (2008), un cine raro y desmedido, vuelven a rizar el rizo, a llevar a sus personajes al límite, con el surrealismo al que nos tienen acostumbrados. Aportan un muestrario de personas raras, diferentes, pero del todo reales. “Mammuth” es una “road movie”, llegando a la locura, en la que el protagonista cae a las profundidades, observando una realidad que supera cualquier ficción. Sin embargo, en un intento de producir tantas situaciones surrealistas, rebosar excentricidad, pierden el tono conmovedor del viaje. Esta película, recuerda al cine de Ken Loach, un drama que torna a risa, una forma de quitarle amargura, para poder proseguir. Contemplando crudamente el drama, no tendríamos fuerzas para continuar. Woddy Allen afirma: “Comedia” es la suma de drama más tiempo. Pero en ocasiones, ni el tiempo hace falta para tomarnos todo con humor. También apreciamos ciertos momentos que enlazan con el cine de Sofía Coppola, unos silencios y reflexiones interiores, momentos de soledad, que no importan a nadie, sólo a los directores del film.
El comienzo de la película es impresionante, pero se va difuminando un poco, y sólo un gran Depardieu, como siempre, arrastra la obra, hace que funcione, llegando a identificarnos con un personaje melenudo y tosco, de gran humanidad, al que la vida sólo le ha enseñado a trabajar, para después descubrir que no ha hecho nada más. Acabar el camino, jubilarse, y ver que existían bifurcaciones que nunca tomó. Yolande Moreau, como pareja de Depardieu, consigue transmitir la sencillez y cercanía de la gente normal, en un papel muy meritorio.
“Mammuth”: Un momento de revisión y reflexión, una mirada nostálgica, un reencuentro con el pasado, y la idea de que las personas cambian con el tiempo. En definitiva, un viaje hacia la libertad interior.