Los tres chiflados (The Three Stooges, 2012)
Duración: 92 min. Director: Peter Farrelly, Robert Farrelly (AKA Bobby Farrelly) Guión: Peter Farrelly, Robert Farrelly
(AKA Bobby Farrelly). Música:
John Debney. Fotografía: Matthew F. Leonetti. Reparto: Sean Hayes, Will Sasso, Chris
Diamantopoulos, Sofia Vergara, Craig Bierko, Larry David, Jane Lynch, Jennifer
Hudson.
Abandonados en la
puerta de un
orfanato dirigido por unas monjas, los recién nacidos, Moe, Larry y
Curly, van
criándose hasta alcanzar niveles desconocidos de desdichada estupidez.
Empeñados en salvar el hogar de su infancia, sólo estos tres chiflados
podrían
verse mezclados en una descabellada trama criminal, al tiempo, que, por
pura
casualidad, consiguen papeles estelares en un reality show de gran
éxito...
Inspirada en una serie de cortos que estrenó la Columbia Pictures
entre 1934 y 1958.
Una película al
estilo del cine cómico
mudo, (Harold Lloyd), con una secuencia
de chistes, y situaciones cómicas que rozan lo surrealista. Sólo el
respeto y
la admiración a la serie original, y un conocimiento del cine cómico, ha
hecho
posible este film. Los directores, (“Algo pasa con Mary” y “Vaya par de
idiotas”),
han realizado un sentido homenaje, con cariño, para desarrollar
hilarantes momentos,
una cadena de sketches, con una trama
simple y unos personajes logrados y complejos, incluso en su estupidez.
Un guión,
la trama, previsible, claro está... Pero es que el guión, en este tipo
de películas, sólo es
el pretexto para divertir. Casting, o
elección de actores muy conseguida, ajustándose a los actores de la
serie
original. No son grandes actuaciones, pero sí caracterizaciones
perfectas, y
consiguen hacer brotar las carcajadas de un humor absurdo y sin
pretensiones. Y eso
es lo que caracteriza a “Los tres chiflados”: La utilización de los
viejos
patrones de la comedia clásica, sin tener que llegar a lo soez,
desagradable, o
hacer alusiones sexuales, sólo humor en estado puro. Claro, este tipo de
humor
parece arcáico, de otro tiempo. Y, en este concepto es dónde reside la
gracia,
o el sentido de la película: Mamporros sin sentido, gracias vistas mil
veces,
pero que siguen funcionando… Sin embargo, no por simple, deja de tener
aspectos
gamberros y momentos, politicamente poco correctos. Una cosa no quita la
otra.
Muy interesante es
la utilización
de la banda sonora original de la serie, incluida la canción que daba
comienzo, y que se repite a lo largo del film, como “leitmotiv”,
ensalzando instantes de gloria absurda de los personajes.
Un film que no
puede aburrir en
ningún momento. Aquellos que por definición desprecien este tipo de
cine, al
ver la película no podrán contener la risa. Aunque luego afirmen que no
les ha
gustado, o, simplemente, se hagan los intelectuales. Pero se reirán.
Objetivo
cumplido: Risa.