martes, 5 de mayo de 2009

Señales del Futuro


Título original: Knowing
Director: Alex Proyas
Duración: 130 minutos
Género: thriller, ciencia ficción
Guión: Ryne Douglas Pearson, Juliet Snowden, Stiles White, Stuart Hazeldine
Música: Marco Beltrami
Fotografía: Simon Duggan
Intérpretes: Nicolas Cage, Rose Byrne, Chandler Canterbury, Ben Mendelsohn, Adrienne Pickering, Tamara Donnellan, Brett Robson, Jayson Sutcliffe


Cuando en la cartelera hay una película de “ciencia ficción”, nos entra una mezcla entre expectación y miedo. Miedo, por la cantidad de efectos especiales a los que van a someternos, y expectación, debido a que este género, a veces, nos da grandes lecciones de cine. Sobre todo, por sus tramas argumentales.
Alex Proyas es el director de “Señales del futuro”, quien nos sorprendiera con Dark City (atrevida y con ideas visuales inusuales) y quien generara años atrás un clásico: “El cuervo”.
El director ha ido perdiendo el rumbo en sus películas, perdiendo también la esencia que inspiró a los mismísimos hermanos Wachowski (“Matrix”). Quizá el hecho de tener tantos guionistas y tantas mezclas de géneros hace que disminuya la intensidad.
El problema de este tipo de películas es que no se puede hablar mucho de ellas o corremos el riesgo de desentrañar su contenido, ya que las sorpresas son pocas y casi predecibles, así que, intentaremos ser muy cuidadosos para no adelantar la trama.
La película arranca con un tema interesante, la posibilidad de predecir los acontecimientos, frente a un protagonista que descree de esa posibilidad con un espíritu plenamente científico. En el año 1959, en la inauguración del colegio, los estudiantes depositan sus dibujos en una cápsula del tiempo, la cual se abrirá 50 años más tarde. Una de las alumnas, Lucinda, dejará un mensaje intrigante.
Después, arranca la segunda fase del film con el acto de apertura de esa cápsula, y la entrega de su contenido a los actuales alumnos. Ese único mensaje caerá en las manos de Caleb, hijo del astrofísico John Koestler (Nicolas Cage). Cuando se supera esa trama, hay tópicos del género de suspense, catástrofes y unas escenas de acción impactantes y muy bien rodadas, que pueden ser lo mejor de la película: ver estrellarse un avión en la pantalla como si estuviéramos allí mismo.
Nicolas Cage “protagoniza” la película, haciendo de sí mismo, en una pésima interpretación que no transmite la intensidad de lo que va aconteciendo. ¿Dónde ha quedado el actor de “El ladrón de orquídeas”, en su vertiente dramática, o el actor de “Arizona Baby”, de los hermanos Coen, en su faceta cómica?
Para acompañar las expresiones de ”empanado” que despliega Cage, ya sólo faltaba el pésimo doblaje que, en España, sufrimos con este actor. Algunos creen que Cage está cayendo en un bucle de papeles repetitivos, lo que ocasiona que no tenga la necesidad de desarrollar todo su potencial.
No destacamos ninguna interpretación en especial, quizá Rose Byrne que acompaña en el tramo final a Cage. Alfred Hitchcock decía: “nunca trabajes con niños…” pero descubrimos que Chandler Canterbury, como Caleb, y Lara Robinson, como Lucinda y Amy , realizan su trabajo con corrección y llevan su peso en la historia más que dignamente.
Los 10 últimos minutos dejarán a más de uno con la boca abierta, por lo absurdo y rebuscado del final. Una conclusión entre pesimista y esperanzadora, pero en choque frontal con todas las creencias que en el mundo coexisten.
Como, últimamente, sólo buscamos en el cine un entretenimiento, que nos haga pasar un rato sin pensar en nuestro mundo cotidiano, esta película cumple de sobras su función, independientemente de que la trama sea más o menos retorcida o creíble.
Así pues, consideramos a “Señales del futuro” como película recomendable, pero a la que no se le puede exigir más de lo que contiene.