jueves, 25 de marzo de 2010
El libro de Eli
El libro de Eli (The Book of Eli, 2010)
Duración: 118 min. Directores: Albert Hughes, Allen Hughes. Guión: Gary Whitta
Música: Atticus Ross. Fotografïa: Don Burgess. Reparto: Denzel Washington, Gary Oldman, Michael Gambon, Mila Kunis, Jennifer Beals, Ray Stevenson, Frances de la Tour, Tom Waits, Lateef Crowder, Chris Browning, Lora Martinez, Luis Bordonada
“El Libro de Eli” nos muestra un futuro no muy lejano, 30 años después de la guerra final. Un hombre solitario camina sobre lo que eran los Estados Unidos. Ciudades vacías, autovías destrozadas, la tierra yerma. Todo a su alrededor denota la catástrofe de la destrucción total. No existe civilización ni ley. Eli busca sólo busca la paz, pero si es desafiado, y su vida corre peligro, sus oponentes cometerán un grave error. No protege su vida, salvaguarda la posibilidad de que haya un futuro en el que vivir. Tiene una misión que cumplir, guiado por la fe, continuar su camino, cumplir el destino que le ha sido designado y salvar a la humanidad.
Estamos ante otra visión desoladora del futuro, que últimamente tanto abunda en nuestras pantallas. Poco atrás quedaron “The Road”, “2012”. Ahora, este intento de imitación de una de las grandes sagas que marcaron este tipo de cuasi género postapocalíptico: “Mad Max”. Con una clara diferencia, la violencia desmedida de Max, era pura supervivencia, sin pretensiones, reproches morales, o tintes religiosos de trasfondo. Este film es el resultado de muchas películas anteriormente realizadas, metidas en una coctelera, y presentadas con un gran elenco de actores y medios, pero con un guión deslavazado, torpe y carente de emoción. Por no mencionar que tiene serias incoherencias en su desarrollo. Se ha presentado esta película como un western de ciencia ficción. Ni lo uno, ni lo otro. Los hermanos Hughes, (“Desde el Infierno”, 2001), no han profundizado en los personajes. Una multitud de escenas reiteratvas, que no aportan nada, con escaso control del ritmo narrativo, y una visualización repetitiva de carreteras y paisajes desolados. Lo más destacable de la película, sin duda, es la fotografía, de Don Burgess, un gran trabajo en el que despliega todos los recursos artísticos para reflejar la destrucción, con claras imitaciones al juego de videoconsola “Fallout 3”, pero mucho más real.
Si hablamos del reparto, éste sí que es desolador. El oscarizado Denzel Washington, debería replantearse su carrera, dado que ser el protagonista, y no quitarse las gafas de sol en más de media película, dice poco de sus dotes como actor. Sin embargo, Gary Oldman, en el papel de villano, nos regala una buena interpretación. Por otra parte, se desaprovecha a Tom Waits, que podría haber dado más juego con sus aportaciones de humor.
Película desacertada en todos sus propósitos, hasta en la justificación de la violencia para salvaguardar la fe, en forma de libro sagrado. Una fe, que ha generado la guerra y la desolación del planeta. Mejor rescatar en DVD la saga de “Mad Max”.