Mi semana con Marilyn (My Week with Marilyn, 2011)
Duración: 101 min. Director: Simon Curtis. Guión: Adrian Hodges. (Libro: Colin Clark). Música: Conrad Pope, Alexandre Desplat. Fotografía: Ben Smithard. Reparto: Michelle Williams, Eddie Redmayne, Kenneth Branagh, Emma Watson, Judi Dench, Dominic Cooper, Derek Jacobi, Julia Ormond, Toby Jones, Dougray Scott, Simon Russell Beale, Zoë Wanamaker, Geraldine Somerville.
Año 1956. La joven actriz Marilyn Monroe, (Michelle Williams), llega a Inglaterra para protagonizar con Sir Laurence Olivier, (Kenneth Branagh), la película "El príncipe y la corista". Colin Clark, (Eddie Redmayne), un joven de 23 años con buenos contactos, consigue un trabajo como ayudante de producción, y, es testigo del choque de egos y la tensa relación entre Olivier y Marilyn durante el rodaje.
El debutante director Simon Curtis, se recrea con la figura de Marilyn Monroe. No estamos ante un film biográfico, o “biotopic”, sino más bien, una radiografía de cómo era en espíritu y alma la mítica Marilyn. Un retrato conmovedor, que destila la admiración del director por la actriz.
Es difícil interpretar a un mito, sobre todo, cuando tenemos en nuestra memoria hasta el más mínimo gesto, pose, curva… Intentar suplantar a Marilyn sería imposible. Sin embargo, el director ha elegido a Michelle Williams. O podríamos decir, que Michelle ha tenido la osadía de aceptar su papel. El trabajo que desarrolla, es meritorio y extraordinario. Ante la imposibilidad de igualar a Marilyn en lo físico, inicia una interpretación interior del personaje. Posee a Norma Jeane, como si hubiera revivido, y se encontrara en otra piel y cuerpo. Michelle Williams, nos hace olvidar por un momento la auténtica Marilyn. Nominada a los Oscar de Hollywood, era complicado ganar, frente a la gran dama Meryl Streep, aunque consideramos que es una de las mejores interpretaciones del año 2011, muestra de ello, el Globo de Oro a la mejor actriz. El resto del reparto, queda eclipsado por la protagonista. Sin embargo, hacemos mención de Kenneth Branagh. Quien, como siempre, muestra su gran profesionalidad, medido, y reposado, haciendo buen uso y recuerdo, de su paso por el teatro.
Un film que acerca al lado más personal de Marilyn, con un tratamiento irregular en el ritmo, pero que la sola presencia de Monroe, logra que posea una magia diferente, un toque especial. Si bien, entendemos que la película ha tenido un toque más televisivo que cinematográfico, debido a que Simon Curtis, proviene del mundo de las series de televisión. Interesante film, entretenido, y que no deja de ser una fábula de cómo los mitos engullen a la persona. La fama acrecienta el ego, y no es fácil sobrellevar ese enorme peso.
Guillermo Pérez Pérez y Enrique Pérez Tudela.
