“Los juegos del hambre” (The Hunger Games, 2012)
Duración : 142 min. Director:
Gary Ross. Guión: Gary Ross, Suzanne Collins, Billy Ray (Novela: Suzanne
Collins). Música: James Newton Howard, T-Bone Burnett. Fotografía:
Tom Stern. Reparto: Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson, Elizabeth Banks,
Stanley Tucci, Liam Hemsworth, Woody Harrelson, Donald Sutherland, Toby Jones,
Lenny Kravitz, Wes Bentley, Paula Malcomson, Isabelle Fuhrman.
Cada distrito, rebelde contra
el gobierno anterior, se ve obligado a enviar un tributo: Anualmente, un chico
y una chica, entre los doce y los dieciocho años debe ser entregado para un
juego retransmitido en directo por televisión. Una lucha a muerte, en la que
sólo puede quedar uno. Katniss Everdeen, una joven de dieciséis años, decide
presentarse voluntaria, para evitar la elección de su hermana. Comenzará su
lucha por la supervivencia, y por agradar al público que sigue el espectáculo.
Adaptación del libro de
Suzanne Collins, con el comienzo de una saga, que durará otras dos películas
más, dependiendo del éxito que coseche. Si bien, nos dirigimos al cine llenos
de esperanza, por encontrar una película que podría ser mítica, épica, llena de
héroes, de creación de ídolos... La exaltación de una heroína. Nada más lejos.
Una película plana, en la que los personajes son contradictorios, simples, no
transmiten, no les tenemos apego, no nos sentimos identificados.
Simplemente, contemplamos la película como un “reality”. En ocasiones,
parece que estemos jugando a una videoconsola. En cuanto al guión,
entre cambios de reglas, ayudas ridículas, novedades, manipulaciones, no
consiguen que sea creíble. Además, intenta apelar a una especie de revolución
social, y de lucha de clases, que no termina de convencer. Es un producto para
adolescentes. Muchos aspectos quedan colgando, sin explicación, o,
directamente, eludidos. Suponemos que en el libro quedarán explicados, en el
film no. La dirección, nos parece defectuosa. Gary Ross, debería dejar
quieta la cámara, de una vez por todas, dado que no conseguimos centrar la
visión, nos marea. El director equivoca un ritmo frenético, o el aspecto de
reality show, con volvernos locos. Si pretendía dar un toque realista, casi
televisivo, o su esperanza quedaba depositada en un ritmo alocado, e inundarnos
de imágenes, se ha equivocado. El ritmo, y el exceso de información, no
deberían realizarse con unos cambios bruscos y sin rumbo de la imagen. Al igual
que existe un gran invento de la fotografía: La profundidad de campo. Una
posibilidad de la óptica, para poder enfocar un objeto o persona en primer
plano, y, a la vez, todo lo demás que queda detrás. Efecto que debe desconocer,
u olvidar.
Una mezcla entre “El show de
Truman”, (un personaje que nace y evoluciona en un programa de televisión), y,
“Perseguido” de Paul Michael Glaser, (un policía que tendrá que sobrevivir para
demostrar su inocencia, dentro de un programa de televisión). O una copia de “Battle
Royale”, bastante evidente. Con dosis de “Ben Hur”, o “Rambo”, en el lado
argumental, y en los personajes, “Harry Potter”, o “Crepúsculo”.
Decepcionante. Gary Ross y su
director de fotografía, no han acertado, desconocen su profesión. Sólo Jennifer
Lawrence, como protagonista, y dos secundarios de lujo, Woody Harrelson, y
Donald Sutherland, salvan, un poco, el conjunto. Sin olvidar a Lenny Kravitz,
que debería seguir a lo suyo, la música. La realiza sobradamente
bien, más que esta nueva faceta de actor, un experimento que no le ha
salido bien.