Radio encubierta (The Boat That Rocked, 2009)
Director: Richard Curtis. Guión: Richard Curtis. Música: Varios. Fotografía: Danny Cohen. Reparto: Philip Seymour Hoffman, Bill Nighy, Kenneth Branagh, Emma Thompson, Rhys Ifans, Nick Frost, Gemma Artenton, January Jones, Jack Davenport, Tom Wisdom.
Estamos ante una película ambientada en Inglaterra, años 60. Es la historia de los locutores de una emisora de radio pirata. En 1966, en plena ebullición del pop inglés, las emisoras, como la BBC, emitían pocas horas de rock and roll a la semana. Ese vacío en las ondas se suplía con las emisoras de radio ilegales que emitían rock y pop todo el día. Estas emisoras llegaron a tener más audiencia que las oficiales, consiguiendo que casi la mitad de la población escuchara cada día a piratas. Encontramos en este film referentes a "Partes privadas" de Betty Thomas, la genial "Good Morning Vietnam" de Barry Levinson, y a la mítica “Días de Radio” de Woody Allen.
Carl (Tom Sturridge) ha sido expulsado del colegio, y su madre cree que su hijo pase una temporada con su padrino Quentin (Bill Nighy). Quentin es el jefe de una Radio Rock, una emisora instalada en el mar del Norte, formada por unos pinchadiscos algo peculiares y con gustos muy eclécticos. A la cabeza de estos personajes está “El Conde” (Philip Seymour Hoffman), un auténtico melómano del pop-rock, y considerado un semidios en los mundos radiofónicos. También se encuentran Dave (Nick Frost), otro locutor, con un sentido del humor algo cruel, Simon (Chris O´Dowd) un chico que busca el amor puro y Midnight Mark (Tom Wisdom) enigmático y apuesto.
La película es una obra coral, en la que todos los personajes comparten protagonismo y su nexo de unión es la música y su emisora de radio. Los personajes funcionan desde un guión bien elaborado, que ha dado importancia a las interpretaciones y a la relación entre personajes, sin buscar la típica comedia de situación, que se basa en lo disparatado. Richard Curtis (Love Actually, 2003), guionista y director de este film, de origen neozelandés, se aleja del tono romántico de sus anteriores trabajos, y aquí basa su creación en el valor de sus personajes: potentes, con garra, dispares y peculiares. Philip Seymour Hoffman, Kenneth Branagh y Nick Frost están en estado de gracia, aportando la gran experiencia que poseen en el género.
Sexo, drogas y rock and roll, además de nostalgia por los 60, en una comedia con ritmo irregular, pero que nos aporta emoción, amor y buen rollo. Por lo menos, no estamos ante otro remake, es original, aunque su única pega sea el excesivo metraje, sobrando 15 minutos: algunas escenas que no aportan nada, y ni siquiera son graciosas.
Sn duda, lo mejor de esta película es su banda sonora: rock and roll. Temas cásicos que hacen mover los pies en la butaca del cine.