miércoles, 5 de diciembre de 2012

INSIDE JOB

Inside Job (2010)

Duración: 105 min. Director: Charles Ferguson. Guión: Charles Ferguson. Música: Alex Heffes. Fotografía: Kalyanee Mam, Svetlana Cvetko. Reparto: Barney Frank, Charles Morris, Daniel Alpert, Dominique Strauss Kahn, Glenn Hubbard, Eliot Spitzer, George Soros, Christine LaGarde, Jeffrey Lane, Kenneth Rogoff, Lawrence McDonald, Martin Feldstein, Harvey Miller, Michael Greenberger.

Hay películas que parecen ser engullidas por alguna fuerza poderosa y extraña, hecho que impide que podamos contemplarlas. Parecen un mito urbano. Oímos de ellas, sabemos que existen, incluso hemos leído sus virtudes, y hasta han sido premiadas... Pero no teníamos la certeza de que existieran de verdad, que efectivamente pudiéramos visionarlas y sopesarlas.
Este documental, de hace dos años, ha caído en nuestras manos recientemente, y no hemos podido resistir la tentación de comentarlo. Un documental sobre la crisis. No sólo estudia sus casusas, (de todos conocidas), y apunta sobre los responsables de la quiebra financiera en nuestro mundo. Además, muestra una realidad paralela: La degradación política, el auge de los empresarios sin escrúpulos, y las repercusiones en los sistemas educativos. Trata también de cómo muchos se beneficiaron del desplome de los mercados, aumentando su riqueza, y de aquellos, que, mirando a otra parte,  dejaban hacer. Nos encontramos ante el estudio más serio y riguroso, sobre la dichosa palabra que todos pronunciamos una vez al día, como mínimo. “Inside Job”, muestra la historia del otro gobierno de un país: Wall Street. El título de la película, se podría considerar como delito interno o colectivo, perpetrado por agencias calificadoras, banqueros, burócratas y profesores universitarios, promoviendo instrumentos financieros, con la simple idea de beneficiar su propio patrimonio. Tal y como se afirma en la película, “esta crisis no fue un accidente", ni siquiera fue algo que tenía que estallar u ocurrir tarde o temprano. Más bien, insinúa, que, de cierta manera, parecía ser un plan, una estrategia, una circunstancia evitable, dado que se tenían muchas referencias, incluso la sabiduría de otras crisis económicas anteriores.
El propio director, pretendía, en dos horas, que cualquier ciudadano, sin conocimientos económicos, pudiera comprender la esencia y las causas de todos los problemas, y crear espectadores cabreados e indignados. Igualmente, ha intentado desmarcarse de tendencias políticas partidistas: ataca con la misma saña a todo aquel que ha tocado el poder.
El documental es narrado por Matt Damon, con cierta gracia y con tono irónico, en todo momento. En este documental, aparcen todo tipo de políticos, economistas, banqueros… Todos ellos entrevistados, interrogados con preguntas incómodas de las que no saben salir.
Michael Moore, con “Capitalism: A Love Story”, quiso diseccionar, sin éxito, la crisis. Y sólo pudo realizar un film burdo y falto de inteligencia, en el que el abuso de su persona, el egocentrismo más exacerbado, y la falta de un guión sólido, no aportó nada. Todo lo contrario con el director y guionista Charles Ferguson, que ha logrado que podamos entender con claridad la crisis, y sembrar la semilla de la rabia y la furia, por tener que vivir en estas circunstancias. Intenten encontrar este documental, visionarlo, y, posteriormente expresen su indignación.

domingo, 2 de diciembre de 2012

José Luis Borau



B, de Borau
El sillón be mayúscula, B, de la Real Academia de la Lengua se ha quedado triste. Triste de letras, historias, guiones, y, sobre todo,de cine... Avaro de séptimo arte, cuatro años le han sabido a poco a este sillón. Sobre todo, porque otro personaje repleto de cine, ya ocupó su lugar, y, también se marchó (F. Fernán Gómez). La muerte de José Luis Borau ha dejado nuestra tierra huérfana, una vez más. Nacido en Zaragoza, (1929), comenzó como crítico de cine en el “Heraldo de Aragón”, y abandonó la carrera de Derecho, para estudiar cinematografía en Madrid. Algo que aquellos que amamos el cine, agradecemos enormemente; cambiamos con toda tranquilidad, un abogado, por un cineasta. Su filmografía no es extensa, y nada conocida, no ha sido un director mediático, ni ha sucumbido a las glorias fáciles de un cine comercial, socorrido y sin tribulaciones. Todo lo contrario, su cine está cargado de negrura, retorcidos rizos reflejando la realidad, sociedad reflejada en un charco, no en agua cristalina.

Furtivos
Furtivos (1975)
Duración: 99 min. Director: José Luis Borau. Guión: Manuel Gutiérrez Aragón & José Luis Borau. Música: Vainica Doble. Fotografía: Luis Cuadrado. Reparto: Lola Gaos, Ovidi Montllor, Alicia Sánchez, Ismael Merlo, José Luis Borau, Felipe Solano, Antonio Gamero.
Ángel es un cazador furtivo. Vive en un bosque con su madre, tiránica y violenta. En una de sus escasas escapadas a la ciudad, conoce a Milagros, una joven escapada de un reformatorio, amante de un conocido delincuente, llamado “El Cuqui”. Ángel la protege, desde la atracción que le empuja a no razonar, y enfrentarse a su madre. Un triángulo claustrofóbico entre los personajes, que desemboca, irremediablemente, en un drama anunciado.
Una película antigua, de 37 años. A pesar de que fuera realizada en los últimos coletazos de la dictadura, aún hoy, parece increíble que la censura no se fijara en ella, no la marcara con el rojo lápiz en el guión, o pudiera desatar la tijera más sedienta. Simplemente pasó, o no supieron leer entre líneas la crudeza que asomaba. La crítica a una España con sus miserias y atrasos, en todos los aspectos. Una metáfora sobre la ausencia de libertad, en la que uno se puede rebelar contra la opresión, o seguir sumiso ante la figura que hace sombra al libre albedrío. Las comparaciones posibles, y sin posibilidad de exagerar, pueden hacerse con “Danzad, danzad, malditos”, (Sydney Pollack, 1969), o “Perros de paja”, (Sam Peckinpah, 1971), por supuesto, con sentido español, y salvando algunas cuestiones, qu son puramente tecnicas. Toda la violencia se incrementa progresivamente, se va mascando la tensión, el bosque acecha, un personaje más, que amenaza, y quiere engullir a aquellos que penetren en él. Borau, si algo poseía, era la idea de que el espectador es inteligente, que no necesita todos los datos, que puede reconstruir él sólo el rompecabezas, montar en su mente aquello que no se ha explicitado.
Una gran pérdida. Esta semana pasada ha sido terrible para el mundo del cine, y del espectáculo: Miliki, Tony Leblanc, y Borau.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Crepúsculo: Amanecer 2

Crepúsculo: Amanecer 2 (The Twilight Saga: Breaking Dawn - Part 2, 2012)

Duración: 115 min. Director: Bill Condon. Guión: Melissa Rosenberg (Novela: Stephenie Meyer). Música: Carter Burwell. Fotografía: Guillermo Navarro. Reparto: Kristen Stewart, Robert Pattinson, Taylor Lautner, Peter Facinelli, Dakota Fanning, Ashley Greene, Jackson Rathbone, Nikki Reed, Kellan Lutz, Peter Facinelli, Elizabeth Reaser, Michael Sheen, Billy Burke, Booboo Stewart, Cameron Bright, Michael Welch, Julia Jones, Kiowa Gordon, Alex Meraz, Valorie Curry, Christopher Heyerdahl, Daniel Cudmore, Charlie Bewley, Jamie Campbell Bower.

Tras convertirse en vampiro, Bella, debe adaptarse a su nueva naturaleza. Cuando nace Renesmee, la familia Cullen tendrá que protegerse de la amenaza de los Volturi, pues existe una ley que prohíbe transformar a los niños en vampiros, ya que son difíciles de controlar y pueden provocar desastres que pongan en peligro la secreta existencia de los vampiros. Segunda parte de "Amanecer" y quinta entrega de la franquicia cinematográfica Crepúsculo.

La industria del cine, piensa que las películas, el séptimo arte, es una empresa, que, si va bien, puede generar una franquicia para seguir expandiéndose, sumando y añadiendo el mismo producto. Si funcionó una vez, por qué no dos, tres, cinco, seis… Estamos en ese planteamiento. La saga Crepúsculo parecía inacabable. Además, apreciamos un hecho curioso: Que dividieran la novela original, que poca sustancia tenía en sí misma, en dos historias, para exprimir al máximo la serie, atisbando, oteando, que se termina, que se agota, porque no hay más libros, no hay nada más escrito por Stephenie Meyer. Así pues, si la primera parte de Amanecer parecía insufrible, esta segunda es inaceptable en concepto y ejecución. Reza el refrán, no exento de una verdad, casi, universal: “De donde no hay no se puede sacar”. Esa es la realidad. Por lo menos, al comienzo de la saga, los directores se tomaban en serio su tarea, su labor, y la dirección era correcta, incluso más rotunda de lo que se podría esperar de un producto para adolescentes incondicionales, que han devorado los libros y están sedientos de su adaptación. Pero, esta entrega, no alcanzaría ni la posibilidad de considerarla serie B. Sólo puede entenderse como un escaparate para sus actores, sobre todo, Kristen Stewart y Robert Pattinson. Sin oficio, exentos de toda interpretación, sólo lucimiento su “palmito”. Una película tan empalagosa, “repipi” y escasa de emociones, que puede uno salir de la proyección, volver a entrar, y no haberse perdido nada.
Es una lástima que una saga acabe de esta forma, de la manera más burda y tosca, sin calidad y sin nada que nos conmueva. Incluso aquellos que no hemos tenido ningún interés en estas películas, sentimos que los fans no se merecían este final.
Y la pregunta que todo el mundo se formula… ¿Qué hacen Michael Sheen y Dakota Fanning en este producto defectuoso? Suponemos que deben tener la malsana costumbre de comer, y necesitar dinero como cualquier mortal.
Guión: No hemos visto atisbo del mismo. Carente de diálogos coherentes, ausencia de profundidad, contradiciendo anteriores planteamientos, cambios radicales, nuevos parámetros... Con lo fácil que hubiera sido plantear, que el simple hecho de convertirse en vampiro, es vivir sin alma. Pero, lo narran como si fuera un regalo divino, sólo un regalo. Sin dilemas personales, o diatribas para adquirir o no, esta condición.
Ahora las películas son digitales, lástima, no se puede quemar el celuloide y evitar a la posteridad este despropósito cinematográfico.

jueves, 15 de noviembre de 2012

En la casa

Continuará...

En la casa  (Dans la maison, 2012)

Duración:105 min.Director:François Ozon. Guión: François Ozon (Obra: Juan Mayorga). Música: Philippe Rombi. Fotografía: Jérôme Alméras. Reparto: Fabrice Luchini, Ernst Umhauer, Kristin Scott Thomas, Emmanuelle Seigner, Diana Stewart, Denis Ménochet, Jean-François Balmer, Fabrice Colson, Bastien Ughetto, Stéphanie Campion.

2012: Festival de San Sebastián: Concha de Oro a la mejor película, y al mejor guión

Un profesor de literatura francesa, desalentado y hastiado por las insulsas y torpes redacciones de sus nuevos alumnos, descubre entusiasmado que, por el contrario, el chico que se sienta al fondo de la clase, muestra en sus trabajos un agudo y sutil sentido de la observación. Este chico, que se siente extrañamente fascinado por la familia de uno de sus compañeros, escribirá, animado por el profesor, una especie de novela sobre esa familia, (y también sobre el profesor), en la que es difícil distinguir entre realidad y ficción.
Llevamos avisando, desde hace tiempo, que el cine francés está alcanzando un nivel de calidad muy superior al cine, ya no sólo el de Hollywood, sino al conjunto mundial. Propuestas divertidas, con una gran dosis de crítica, apuestas por el verdadero trabajo de los actores, y, no tanto por los artificios propios de la industria. Películas poco dadas a los efectos especiales, en los que el tratamiento de la imagen, podría considerarse clásico, o, incluso preteder realizar tratamientos teatrales: Interpretaciones potentes y un sólido guión en el que todo encaja.
Un juego de espejos, un caleidoscopio de la realidad, donde cada uno cumple un papel asignado, y, donde las sorpresas no existen. Pero, que, en la combinación, en la permutación de papeles, la interrelación de los personajes hace cambiar la realidad, la transforma, la modifica, y puede que la manipule. Nos adentra en “Las mil y una noches”, donde el profesor ejerce de Sultán, y el alumno de Sherezade..., el juego de que nos cuenten historias, y atraparnos en ese universo recreado, mitad fantasía, mitad realidad. ¿Cómo acabará? ¿Qué pasará? Todos somos “voyeurs”, todos poseemos alma de “portera”, deseosos de enterarnos de las miserias de los demás.
El profesor Germain, interpretado por Fabrice Luchini, es un personaje bien trazado, definido. Un aburrido profesor que piensa en poder “salvar” a un alumno, aunque sea uno solo. Poder aportarle la verdadera pasión por la literatura, la escritura. Profesor resignado, frustrado por los intentos de inculcar amor por las letras a un grupo de adolescentes, preocupados por cualquier cosa, menos en leer un libro. Calco de la sociedad, y de la profesión de profesor/maestro. En la que, ni la pasión por enseñar, hace posible que los alumnos presten atención.  Un personaje complejo, que ve en uno de sus alumnos lo que él no posee. Y no quiere que se malgaste ese talento, o “don”. Brillante interpretación de Luchini. Inmejorable.
Interesante también la actuación de Kristin Scott Thomas. Sin embargo, Emmanuelle Seigner, aunque guapa, sensual e insinuante, resulta muy plana una interpretación que necesitaba, por su silencio, basarse en las miradas y los gestos con mayor profundidad.
Obra maestra del cine moderno. El director François Ozon, ha realizado una excepcional película, en la que nada es lo que parece..  Realidad y ficción para obligarnos a pensar.

miércoles, 31 de octubre de 2012

Argo

Argo (2012)
Duración: 120 min. Director: Ben Affleck. Guión: Chris Terrio. Música: Alexandre Desplat. Fotografía: Rodrigo Prieto. Reparto: Ben Affleck, John Goodman, Alan Arkin, Bryan Cranston, Taylor Schilling, Kyle Chandler, Victor Garber, Michael Cassidy, Clea DuVall, Rory Cochrane, Tate Donovan, Chris Messina, Adrienne Barbeau, Tom Lenk, Titus Welliver.

Cuando, en 1979, la embajada de los Estados Unidos en Teherán, fue ocupada por un grupo de iraníes, la CIA y el gobierno canadiense organizaron una operación para rescatar a seis diplomáticos estadounidenses. Con este fin, se recurrió a un experto en el arte del disfraz, y se preparó el escenario para el rodaje de una película, "Argo", en la que participaba un equipo de cazatalentos de Hollywood.

Ben Affleck, está demostrando ser mejor director que actor. “Argo” es su tercer film, y ha dado un salto impresionante en la calidad y profundidad de lo que nos narra. Una historia compleja, basada en hechos reales, en el Irán de los ayatolás, justo después de la caida del Sha, en la que se puede tomar partido, o utilizarla con fines políticos. Sin embargo, el director ha intentado, por una parte, ser objetivo, y por otra, más importante, no caer en el maniqueismo. Podría haber caído fácilmente en la costumbre de Hollywood, de convertir a los estadounidenses en los “buenos”, el paradigma de la libertad y la democracia, y retratar al resto como el demonio personificado. Affleck, sólo se sirve de la historia: Ni la manipula, ni intenta adoctrinar. Más interesante es la ironía, sarcasmo y humor de cada frase, lanzada, aparentemente, sin malicia, pero con grandes dosis de crítica. Inlcuido el propio retrato de Hollywood, en el que recae también algo de crítica.   

El director, gradua la intensidad, hasta llegar al clímax, al más puro estilo de Hitchcock, asimilando conceptos y maneras de hacer. No cae duda, de que Affleck, ha visionado muchas veces “Cortina rasgada”, hasta sacarle el jugo, exprimirla, para extraer la esencia y plasmarla en su film. Una película con ritmo particular, y con una singular estructura, sin restarle intensidad a lo narrado.

En el reparto, ha contado con grandes actores que hacen posible el conjunto. Alan Arkin, Bryan Cranston y John Goodman. ¡Excepcionales...! La profesionalidad y destreza de estos actores, consiguen que la película y los engranajes funcionen, que todo vaya rodado. Si bien, hemos de reconocer que la dirección se nota en cada secuencia, cuidando los detalles, mimando cada personaje y su actuación, dando protagonismo a todos. Salvo el propio Ben Affleck, como agente de la CIA, que ha descuidado su faceta de actor,  resultando plano, insulso, inexpresivo..., (más concentrado en la dirección).

Conviene hacer mención especial a los títulos de crédito, en los que aparece una galería fotográfica de los personajes reales de la historia, para poder admirar el trabajo que se ha realizado en la parte artística, maquillaje, caracterización…

Un viaje por la historia, mostrando el retrato político y humano, sin restarle nada a la acción, la intriga, y el humor. Un notable film, que pudiera convertirse en la película del año..., o una de ellas.

jueves, 25 de octubre de 2012

Paranormal Activity 4

Paranormal Activity 4 (2012)
Duración: 88 min. Director: Henry Joost y Ariel Schulman. Guión: Zack Estrin, Oren Peli. Música: Varios. Fotografía: Doug Emmett. Reparto: Katie Featherston, Kathryn Newton, Matt Shively, Brady Allen, Alisha Boe, Tommy Miranda.

Todo transcurre cinco años después de los sucesos de "Paranormal Activity 2", que terminó con el secuestro de Hunter por parte de Katie. En la actualidad, Katie y Hunter, que ahora se llama 'Robbie', se han trasladado a una nueva casa. Y sus vecinos, Alicia y su madre, comienzan a experimentar sucesos paranormales que ocurren en su vivienda.

Farragosísima película, una más de la serie, que intenta meternos miedo en el cuerpo, sin llegar a conseguirlo. Esta serie, se ha agarrado con uñas y dientes a una fórmula: La de la cámara que recoge los "sucesos paranormales", mientras los protagonistas duermen... Un modo fácil y chabacano de hacer cine, un modo de aburrir, y siempre con la esperanza de que suceda algo interesante, que nunca llega a producirse... Creemos que se ha utilizado en exceso, este tipo de subgénero de terror. Desde los comienzos, con lo que fue una nueva propuesta cinematográfica, con cámara en mano, (Steadycam), “The Blair Witch Project”, pasando por propuestas españolas como “[REC]” (2007)..., las cuales también han sufrido un franco deterioro. Todo ello, para utilizar la cámara como si de un personaje se tratara. Perspectiva insólita una vez, dos pasable, tres agota. Comienza a emitir extertores de difunto este planteamiento.  
En este film, las imágenes "más terroríficas", aparecen como meras caricaturas, con cierto tinte de comicidad, y credibilidad nula... Es muy fácil tomar una cámara de vídeo, y mostrar los acontecimientos a través de ella. No hay que olvidar películas como "Chronicle", que resulta una producción divertida, con el punto justo de acción y no exenta de cierto dramatismo.
Sin embargo, "Paranormal Activity 4", no deja de ser uno de esos productos altamente oportunistas,  en unos tiempos en los que casi nadie se sorprende ya por nada...
No la recomendamos, porque es, sencillamente,  y expresándonos con claridad, una “petardez”... Esperemos que cesen alguna vez, estos malogrados intentos de mostrarnos lo que puede suceder en las quietas horas de la noche, más propicias a un sueño reparador, que a estos cánticos celestiales y elucubraciones metafísicas...
No, ni la película, ni la serie entera. No merece la pena dedicarles nuestro tiempo. Y, para más deseperación, están proyectadas la quinta y sexta parte. ¡Increíble...!
Su ritmo es lento, cansante, y terminamos hastiados de la dichosa cámara, todo para mostrarnos cómo se mueve una puerta,  o nimiedades por el estilo... Los finales, suelen ser indefinidos, deshilvanados...
No, que esto no es cine... Acaso, un experimento fallido, de intertar meternos el miedo en el cuerpo, a través de lo cotidiano... Ya tenemos bastantes sobresaltos en la vida diaria, basta encender un televisor...,  como para enturbiar las horas de descanso...

jueves, 18 de octubre de 2012

Frankenweenie

Frankenweenie (2012)
Duración: 87 min. Director: Tim Burton. Guión:   John August (Historia: Tim Burton, Leonard Ripps). Música: Danny Elfman. Fotografía: Peter Sorg (B&W). Reparto: Animation.
Película basada en el cortometraje homónimo, que el propio Burton realizó en 1984. Un niño, Víctor, solitario y brillante, tiene un único tesoro o aliado, su adorado perro Sparky. El niño, también disfruta de las enseñañzas de su profesor de Ciencias. Al perder a su perro, en lugar de lamentarse, llorar y hundirse, decide seguir una lección que le aportó su maestro: Un experimento científico para hacer resucitar el perro. Todo ello lo obligará a afrontar terribles situaciones, cuyas consecuencias son imprevisibles.
Después de veinte años, con grandes títulos realizados, entre ellos, algunos muy memorables, como “Eduardo Manostijeras” o “Pesadilla antes de Navidad”, y otros no tan dignos de recuerdo, “Alicia en el País de las Maravillas”..., Tim Burton, sigue demostranto que la la imaginación, lejos de agotarse, se expande en su mente, para crear complejos universos. Cuando creían algunos que estaba en franca decadencia…, se alza con una potencia visual de la que pocos pueden hacer gala. Con una estética propia y peculiar. Cine de autor dentro de la fantasía, algo raro, dado que estamos acostumbrados a que prácticamente, todo el cine de autor es costumbrista, con tendencia a reflejar la sociedad, desde una perspectiva individual, o con un cristal a modo de filtro, que distorsione lo narrado. Pero, Burton, aplica el filtro distorsionador,  casi un Valle-Inclán del cine, para despertar emociones y sentimientos desde lo fantástico, sin alusiones a la realidad. Desde los confines de su mente, directamente a la pantalla de un cine. Un privilegio poder seguir disfrutándolo. En esta ocasión, desarrolla un film, que otrora fue un cortometraje, homónimo, realizado con veinte años, que ahora se ha manifestado como una gran obra. Siempre ha tenido pendiente retomar esta primera realización, para dotarla de la seguridad y maestría adquirida con el tiempo. Ha necesitado un largo proceso, y un dominio de los medios audiovisuales, para mimar esta historia. La utilización del StopMotion, fotografía a fotografía, como técnica de animación, es insuperable. Sobre todo, por dotarla de personalidad, sin ser funcionalmente exacta, ni siquiera perfecta, pero tiene aspectos de maestría, de movimientos peculiares, de ilusiones ópticas que la hacen mágica.
Un homenaje a la literatura y el cine clásico de terror. Sobrevuela por el film Lovecraft, con personajes marginales, con la diatriba entre el bien y el mal. Por supuesto, la inspiración de Mary Shelley, o las referencias a El jovencito Frankenstein”, dirigida por Mel Brooks, son inevitables.
Un gran film, para disfrutar pequeños y mayores. La genialidad de quien remonta un bache, y se refuerza en la salida.

jueves, 4 de octubre de 2012

Los tres chiflados

Los tres chiflados (The Three Stooges, 2012)

Duración: 92 min. Director: Peter Farrelly, Robert Farrelly (AKA Bobby Farrelly) Guión: Peter Farrelly, Robert Farrelly (AKA Bobby Farrelly). Música: John Debney. Fotografía: Matthew F. Leonetti. Reparto: Sean Hayes, Will Sasso, Chris Diamantopoulos, Sofia Vergara, Craig Bierko, Larry David, Jane Lynch, Jennifer Hudson.
 
Abandonados en la puerta de un orfanato dirigido por unas monjas, los recién nacidos, Moe, Larry y Curly, van criándose hasta alcanzar niveles desconocidos de desdichada estupidez. Empeñados en salvar el hogar de su infancia, sólo estos tres chiflados podrían verse mezclados en una descabellada trama criminal, al tiempo, que, por pura casualidad, consiguen papeles estelares en un reality show de gran éxito... Inspirada en una serie de cortos que estrenó la Columbia Pictures entre 1934 y 1958.

Una película al estilo del cine cómico mudo, (Harold  Lloyd), con una secuencia de chistes, y situaciones cómicas que rozan lo surrealista. Sólo el respeto y la admiración a la serie original, y un conocimiento del cine cómico, ha hecho posible este film. Los directores, (“Algo pasa con Mary” y “Vaya par de idiotas”), han realizado un sentido homenaje, con cariño, para desarrollar hilarantes momentos, una cadena  de sketches, con una trama simple y unos personajes logrados y complejos, incluso en su estupidez. Un guión, la trama, previsible, claro está... Pero es que el guión, en este tipo de películas, sólo es el pretexto para divertir.  Casting, o elección de actores muy conseguida, ajustándose a los actores de la serie original. No son grandes actuaciones, pero sí caracterizaciones perfectas, y consiguen hacer brotar las carcajadas de un humor absurdo y sin pretensiones. Y eso es lo que caracteriza a “Los tres chiflados”: La utilización de los viejos patrones de la comedia clásica, sin tener que llegar a lo soez, desagradable, o hacer alusiones sexuales, sólo humor en estado puro. Claro, este tipo de humor parece arcáico, de otro tiempo. Y, en este concepto es dónde reside la gracia, o el sentido de la película: Mamporros sin sentido, gracias vistas mil veces, pero que siguen funcionando… Sin embargo, no por simple, deja de tener aspectos gamberros y momentos, politicamente poco correctos. Una cosa no quita la otra.
Muy interesante es la utilización de la banda sonora original de la serie, incluida la canción que daba comienzo, y que se repite a lo largo del film, como “leitmotiv”, ensalzando instantes de gloria absurda de los personajes.
Un film que no puede aburrir en ningún momento. Aquellos que por definición desprecien este tipo de cine, al ver la película no podrán contener la risa. Aunque luego afirmen que no les ha gustado, o, simplemente, se hagan los intelectuales. Pero se reirán. Objetivo cumplido: Risa.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Con “phe”: El nombre


Con “phe”

El nombre (Le prénom, 2012)

Duración: 109 min. Director: Alexandre de La Patellière, Mathieu Delaporte. Guión: Alexandre de La Patellière, Mathieu Delaporte. Música: Jérôme Rebotier. Fotografía: David Ungaro. Reparto: Patrick Bruel, Valérie Benguigui, Charles Berling, Guillaume de Tonquedec, Judith El Zein, Françoise Fabian.

En una, aparentemente inofensiva, cena de amigos, unidos por vínculos afectivos y familiares, se anunciará el nombre que recibirá el futuro bebé de una de las parejas. Una broma llevada al límite, sin poder pararla, sin control, desencadenará una explosión, se desenterrarán viejas rencillas, y se reabrirán heridas que ya se creían cicatrizadas. Culpas, secretos, mentiras… 

El cine francés es una máquina bien engrasada, gozando de buena salud, y, lo más importante,  del favor del público adulto. También es cierto, que tienen una protección al cine, con cuota de pantalla del 40% anual del cine proyectado. Así pues, con esa protección, pero con mucha efectividad, llega “El nombre”, una adaptación de los directores Alexandre de La Patellière y Mathieu Delaporte, de su propia obra teatral. El planteamiento funciona. Ya lo demostró Polasnki en “Un dios salvaje”, adaptando la obra de Yasmina Reza. Trasladar una obra de teatro al cine tiene sus riesgos: Mantener al espectador en una misma localización, atrapado en un mismo espacio, con unos personajes que no hacen otra cosa que hablar, y hablar... Woody Allen siempre ha sido el director de este planteamiento, que los personajes interactúen en un minúsculo apartamento, y no sustente el film, nada más que sus trivialidades. Si bien, estábamos asustados..., por si esta película era una simple copia,  utilizando una fórmula, e imitándola. Pero, no. El film posee diferencias notables con Yasmina Reza o con Polanski. Todo radica en los insertos que aluden a algunas de las conversaciones, o que ilustran algunos de los pensamientos de los personajes. También, un nervioso montaje, con planos cambiantes, para que diálogos e imagen vayan paralelos. No hay pausa en dos horas de metraje, que sabe a poco. Con inevitables referencias de su cine patrio, muy acertadas, en el prólogo: “Amelie”, (Jean-Pierre Jeunet, 2001),   “La cena de los idiotas”...
El film de Polanski, o la obra de Reza, querían profundizar en cuestiones de orden moral y social, con un aire más intelectual, como si aquellos que fueran letrados en arte y literatura, no pudieran gritar, decir palabrotas, o hablar de trivialidades. “El nombre”, sí se atreve a poner en situación a varios personajes de gran cultura, para hablar de lo que todo el mundo habla. Este hecho ha sido criticado por varios gurús de la crítica cinematográfica española, por el supuesto exceso de grosería o vulgaridad. Nada más lejos. Aunque sean situaciones tópicas o  cotidianas, no dejan de ser dramáticas.
Además, esas situaciones existen, y a todo mortal le pueden suceder. Eso lo demuestra “A casa por vacaciones” de Jodie Foster.
El reparto, un grupo que funciona. Con la gran presencia de Patrick Bruel, en ocasiones algo desbocado, pero creíble. Charles Berling, un verdadero profesional. Guillaume de Tonquedec, menos convincente, lo mismo que Judith El Zein, que no termina de entrar en el film.
Una de esas películas generadoras  de grandes  risotadas que se prolongan a lo largo de toda la película, y por toda la sala de proyección, dejando ecos de las mismas a la salida del cine.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Headhunters

Headhunters (Hodejegerne, 2011)

Duración: 98 min. Director: Morten Tyldum. Guión: Lars Gudmestad, Ulf Ryberg (Novela: Jo Nesbø). Música: Fotografía: John Andreas Andersen. Reparto: Aksel Hennie, Synnøve Macody Lund, Nikolaj Coster-Waldau, Joachim Rafaelsen, Gunnar Skramstad Johnsen, Lars Skramstad Johnsen, Signe Tynning, Baard Owe.
Roger es un reputado cazatalentos noruego, que vive en una maravillosa casa de campo con su esposa Diana. En realidad, está viviendo muy por encima de sus posibilidades… Si puede mantener ese ritmo de vida, es gracias a que se dedica a robar obras de arte. En la inauguración de una galería, su esposa le presenta a Clas Greve. Es el candidato perfecto para un cargo de director general que está buscando, y propietario de una pintura muy valiosa. Roger cree que le ha llegado la oportunidad de alcanzar definitivamente la independencia económica, y comienza a planear el robo del cuadro. Todo desembocará en una persecución y en una sucesión de acontecimientos inesperados.
Un film que no ha hecho ruido. No sabíamos de él, parecía invisible, no existía. Y, una noche, jugando al descarte de la cartelera del cine, entre aquellas películas que uno se niega a ver, y las que has visto ya, se encuentra con “Headhunter”. El cine noruego, cuando acierta, lo hace de pleno. Buen ejemplo es ”Déjame entrar”, del director Tomas Alfredson.
Una película extraordinaria, mezcla de acción, robos, espías y la lucha por sobrevivir. Personajes raros, al estilo de los hermanos Coen, en un “Fargo” nórdico. Desfilan situaciones grotescas, con humor negro y abundante cinismo.
Guión bien trazado, con ritmo, ágil, giros insospechados, en los que el espectador no controla lo que sucede, y mucho menos puede imaginar qué está ocurriendo. Trampas de guión hasta para un espectador que crea haberlo visto todo, o piense que no es fácil engañarle. Y unos personajes bien definidos, con facetas, aristas y dobles intenciones. Un mundo en el que aparentar y poseer una posición, lo es todo. También contiene su dosis de crítica, en la que cuestiona si acaparamos más de lo que necesitamos, o simplemente nos dejamos arrastrar por la corriente.
Notables interpretaciones, tanto del protagonista,  Aksel Hennie, que roza la perfección cuando se le somete a límite, tanto en lo interpretativo, como en el aspecto físico. Y un conocido Nikolaj Coster-Waldau, por su papel en la serie televisiva “Juego de tronos”, que desborda la pantalla. Su sola presencia hace temblar al espectador, aunque, en algunos momentos se excede en su caracterización de “villano”.
Espléndida dirección de Morten Tyldum, (“Buddy”, 2003), que ha asimilado correctamente los cánones del thriller americano, pero con la personalidad nórdica. Dirección fría, áspera, pero que sabe poner todo en el lugar adecuado, y no dejarse arrastrar con ligereza, en lo que sería más rentable visualmente: los artificios del cine de Hollywood.
Una verdadera sorpresa, de la que el cine americano tendrá a bien hacer una versión, suponemos, destrozando su frescura y su potencia visual. Formidable película, recomendable para aquellos que quieran recordar los buenos tiempos del cine negro, en los que, no sólo es importante la acción, sino en los que un gesto, una mirada o una frase, suponen la diferencia entre la verdad o la mentira. 

viernes, 7 de septiembre de 2012

CINEMATOGRAFÍA MASIVA

CINEMATOGRAFÍA MASIVA

Recordamos, no sin cierta nostalgia, los tiempos en los que, durante las tardes de verano, se cumplia un ritual sagrado. Acudir al cine “Astoria”... Sesiones interminables, en las que tuvimos la oportunidad de aprender de la vida, transportarnos a otros lugares, conocer lejanas galaxias… En un sólo verano, cientos de películas, a precios que parecían de ficción... Unos bonos, con los que podías entrar a las 4 de la tarde, y salir a las 10 de la noche. Dos o tres películas seguidas. Sin pestañear. Con una bolsa de regaliz, y las ganas de asombrarte. Ciclos de cine clásico, moderno, en blanco y negro o color... En esa sala, se forjó una gran parte de nuestra pasión por el cine. Luego otras salas, como la del “Pax”, de Zaragoza, con igual planteamiento. ¿A qué viene tanta nostalgia...? Con la subida del IVA, del 8% al 21%, los cines tienen fecha de cierre. Somos poco partidarios de los “multicines”, pero creíamos que eran su única salvación, para que la magia de un proyector iluminara la sala, y siguiera vivo el romanticismo. Sin embargo, no van a ser los problemas asociados con internet los que cierren los cines, con las descargas ilegales, por encima de los derechos de autor. Sino la subida de impuestos a la cultura, al cine... Pero al consumidor directo, a aquel que hace posible que la industria siga girando. El Presidente de la Asociación de Salas de cine de España, afirma que el 50% de las salas, podrían cerrar el próximo año. No es descabellado. Sí, los precios ya eran muy altos. Pero, ahora son prohibitivos. Entre 7,90 € y 10 € la entrada. Por un poco más, hasta podrías comprar el DVD. Es realmente desmedido, tanto su impuesto, como su coste. Un lujo. En algunas películas, y en sesiones de madrugada..., los cines están vacios. Y eso es una cuestión de planteamiento de la propia sala. Malas películas, que no merecen ser pagadas. Semanas, en las que ir al cine es imposible, si pretendes ver calidad. Preferiría antes un clásico, que probar suerte con un estreno. No dudaríamos, muchas personas, en ir a ver al cine grandes títulos, que sólo hemos visto en un televisor. Con precios razonables, pagaríamos gustosos para volver a ver cine de verdad: “2001”, “Ran”, “Ben-Hur”, “55 días en Pekín”, “Trainspotting”, “Pulp Fiction”, “Matrix”, “El padrino”…

Ya basta con el hecho de que la cultura se castigue con impuestos al que la consume. Y, además, los cines, si quieren sobrevivir, deberán plantear fórmulas alternativas, como reposición de películas, ciclos, bonos, “tarifas planas”, descuentos… Con todo, algunas salas van a asumir la subida de precios, momentáneamente, para no perder clientes. Pero, afirman que no saben durante cuánto tiempo podrán mantener esta situación.

La nostalgia, es por la tristeza de saber que muchas generaciones no van a vivir esa entrañable experiencia de contemplar las películas en una sala de cine... Sino que las verán en una pantalla de ordenador, en un televisor de plasma, en una “tableta”, o en su móvil. Y..., no es lo mismo. Sobre todo esa sensación de que no puedes parar la película, de que no tienes dominio sobre lo que ves, ni nada te puede interrumpir... Eso es ir al cine. Pero, con este planteamiento, tanto del Estado, como de los propios cines, estas experiencias pueden terminar. Desgraciadamente, la cruda realidad se impone...



















jueves, 30 de agosto de 2012

El legado de Bourne

El legado de Bourne (The Bourne Legacy, 2012)

Duración: 135 min. Director: Tony Gilroy. Guión: Tony Gilroy, Dan Gilroy. Música: James Newton Howard. Fotografía: Robert Elswit. Reparto: Jeremy Renner, Rachel Weisz, Edward Norton, Joan Allen, Albert Finney, Oscar Isaac, Scott Glenn, Stacy Keach, Corey Stoll.

Con Jason Bourne en mente, y como punto de partida, Aaron Cross, es uno de los seis agentes secretos creados por el programa Outcome, del Departamento de Defensa. Otro programa de creación de asesinos. Sus agentes, no sólo han sido diseñados para asesinar, sino para funcionar en solitario, en misiones altamente arriesgadas. Con un alto control químico de sus emociones, comportamiento y aptitudes sensoriales. Sin embargo, el programa Outcome, se convierte en un peligro, cuando la historia de Jason Bourne pasa al dominio público. Las instancias superiores, eliminarán todos los restos del proyecto. Aaron Cross, se convertirá en otro Bourne, perseguido por aquellos que lo crearon.

Vuelta de tuerca a la saga Bourne. Concluido el personaje de Jason Bourne, creíamos que no podría existir continuación, o posibilidad de alargar la propuesta inicial. Pero, el guionista y director Tony Gilroy, amplía  y abre nuevas posibilidades, basándolo todo en el universo interminable del escritor Robert Ludlum. Dirección al uso, con alocados movimientos de cámara, tan de moda en el cine actual.

Este film, podría existir por sí mismo, sin la necesidad de la “coletilla” Bourne. Pero, al incorporarla al título, quizá le da mayor entidad, o una explicación previa, no del todo necesaria, para situar al espectador en su contexto.

Siempre que visionamos cualquier película de esta saga, nos invade el miedo. Miedo a ver cómo un país, un gobierno..., está por encima del bien y del mal. Pudiendo justificar cualquier situación, en pro de una supuesta seguridad nacional. Queda la sensación de que no tenemos ni idea de lo que las agencias de seguridad realizan con nuestro dinero. Absoluta libertad para mentir, encubrir, engañar..., y crear falsas alertas, sólo para llevar a cabo sus acciones: Asesinar a periodistas, activistas..., o a su propia gente.

La verdad, es que no echamos de menos a Matt Damon. Como protagonista, Jeremy Renner resulta soberbio, con indudables rasgos de buen actor, en una película de acción incontrolada, donde no es requisito aportar matices interpretativos. Pero, Renner, reviste de un aire, no tan frío, al personaje. Con momentos en los que cuestiona absolutamente todo. Así, los remordimientos atormentan su existencia. Rachel Weisz, aporta la parte femenina, necesaria, como contrapunto, sin más elogios posibles. Edward Norton, pasable, en un papel que ya hemos visto en otros films.

Un película, que,  comparada con la trilogía Bourne, puede parecer menor, aunque posee características propias muy interesantes. Una buena relación narración/ritmo, con instantes que recuerdan a las mejores escenas de “Terminator 2”, o cualquier prodcción de la saga Bond. Dos horas de imágenes inteligentes, sin ninguna posibilidad de aburrimiento ni de relajación. Incluso en los momentos de transición, se puede palpar la tensión existente.

jueves, 16 de agosto de 2012

Ted

Ted (2012)


Duración: 106 min. Director: Seth MacFarlane. Guión: Seth MacFarlane, Alec Sulkin, Wellesley Wild. Música: Walter Murphy. Fotografía: Michael Barrett. Reparto: Mark Wahlberg, Mila Kunis, Seth MacFarlane, Giovanni Ribisi, Laura Vandervoort, Joel McHale, Patrick Warburton, Jessica Stroup.

Cuando John Bennett, (Mark Wahlberg), era pequeño, deseaba tener amigos, pero no encontraba su lugar. En navidades, sus padres le regalaron un osito de peluche, Ted. Deseó que fuera real, de verdad, y su sueño se cumplió. Más de veinte años después, Ted sigue con John. Pero interfiere en su vida de adulto, en la relación con su novia Lori, que empieza a perder la paciencia. Para colmo, a John no parece preocuparle su futuro profesional, y se pasa la vida fumando sustancias ilegales con Ted. John, por su parte, intenta alcanzar la madurez, pero parece que para ello le resulta indispensable la ayuda de Ted.
El director y guionista Seth MacFarlane, es el creador de varias series transgresoras, como “Padre de Familia” y “Padre Made in USA”, con humor negro, desafiando convencionalismos, y atacando la sociedad americana, sin ninguna compasión. Con esta carta de presentación, “Ted”, es una película atractiva, gamberra, y que nada tiene que ver con las típicas comedias americanas. Desde el planteamiento inicial, enloquecido, con chistes memorables, y unos diálogos punzantes, satíricos, e irreverentes, pasa a una simplona comedia romántica, con aportes de ensalzamiento de la amistad. Y, si buscamos comparaciones, en seguida nos viene a la memoria, “Tú, yo y ahora... Dupree” (2006), de Anthony Russo y Joe Russo, con innumerables paralelismos, por no decir una copia descarada. Si bien, la película de los hermanos Russo, no quería ser una comedia ácida, y “Ted” se planteó como una desquiciada película, más cercana a las series de televisión del director. “Ted” acaba siendo más convencional de lo que hubiéramos deseado. Aunque, existen momentos memorables en el film, desternillantes, una risa sin igual, que nunca decae. Cuando la comedia se centra en la relación del protagonista con su osito, no hay límites, se descontrola todo, y es lo mejor del film. Sin embargo, cuando la trama se basa en la novia del protagonista, desmerece bastante el conjunto.
Lo más sorprendente, fue ver en el cine a niños con sus madres, riéndose cuando el osito estaba “hasta arriba” de cocaína. ¡Cuidado! No es una comedia familiar...
En el reparto, Mark Wahlberg, (“El incidente”, de N. Shyamalan), que, en el papel protagonista, encaja perfectamente, sin excesos, y con una interpretación en algunos momentos algo plana, pero muy digna.  Mila Kunis, es la voz de Meg Griffin en la serie de animación "Padre de familia", y conocida por la serie televisiva “That 70's Show”, donde interpreta a la sufrida novia, sin que sea un personaje brillante, ni una actuación digna de alabanzas. Mención especial al Oso Ted. Siendo un personaje de animación o de infografía, interactúa perfectamente con el resto de personajes, y sí, efectivamente, el director ha conseguido que se integre a la perfección y con mucho realismo.
Por último, hacer referencia al doblaje, en algunos momentos nada acertado. Santi Millán, doblando a Ted, no convence nada. Con todo, los chistes adaptados son muy divertidos, con alusiones a personajes públicos.
En definitiva, una comedia simplona, con buenos momentos, y que podría haber sido algo mejor. Quedándose en una producción para reír, nada más, sin dejarnos poso alguno.

jueves, 9 de agosto de 2012

Prometheus

Prometheus (2012)



Duración: 123 min. Director: Ridley Scott. Guión: Damon Lindelof, John Spaihts. Música: Marc Streitenfeld. Fotografía: Dariusz Wolski. Reparto: Noomi Rapace, Michael Fassbender, Charlize Theron, Idris Elba, Guy Pearce, Logan Marshall-Green, Sean Harris, Rafe Spall, Emun Elliott, Benedict Wong, Kate Dickie, Patrick Wilson, Lucy Hutchinson, Giannina Facio.

Un grupo de científicos y exploradores emprende un viaje espacial a un remoto planeta, una rara estrella recién descubierta, donde sus límites físicos y mentales serán puestos a prueba. El motivo de la misión, es buscar respuestas a las preguntas más profundas, y al mayor de los misterios: El origen de la Vida en la Tierra.
Ridley Scott ha regresado  a la ciencia ficción, después de haber rodado algunas de las películas más importantes del género, con sus escenas míticas: “Blade Runner” y “Alien”. Consiguió, con pocos recursos, hacer cine potente, consiguiendo el máximo resultado con unos mínimos... y mucha imaginación. Ahora, se ha unido a aquellos que creen en la máxima de deslumbrar al espectador, con ruidos, efectos, y toda clase de artificios. Eso sí,  consiguiendo un espectáculo visual sin comparaciones, desplegando una técnica depurada, fruto de la experiencia, y también la distinción de quien inventó monstruos pegajosos, y planteamientos del cine de acción, casi bélico, en un film de ficción científica. Si bien, recuerda demasiado a “Alien”, por mucho que intenten excusarla por ser el posible origen de la saga. Tenemos la sensación de que el autor ha traicionado a su propia creación, con un guión menor, con evidentes agujeros, en lo científico, y en la propia trama. Incluso los personajes, no poseen la personalidad que demostraba Ripley. Les falta algo. Acaso un aire de misterio, de ambigüedad, de decisión…  Sin embargo, las interpretaciones salvan bastante el conjunto. Michael Fassbender y Noomi Rapace, consiguen, de unos personajes sobre el guión, con poca sustancia, realizar unas interpretaciones creíbles y elegantes. Charlize Theron resulta prescindible. Y Guy Pearce, desaprovechado. Sin embargo, el 3D, para aquellos que tengan la oportunidad de visionarla en este formato, va a constituir  una gran experenca visual. Y de este modo, sin duda, "Prometheus"puede convertirse en el nuevo referente del 3D.
Este film parece destinado a las nuevas generaciones, al espectador más joven, a aquellos que no vivieron el estreno de “Alien”. Un público que demanda un ritmo frenético, sin respiro. El público actual, seguro que consideraría  al “octavo pasajero”, carente de ritmo en casi su totalidad.
Una revisión de la saga, en una producción  entretenida, sin demasiadas pretensiones. Y, por supuesto, no debemos buscar la validez de las teorías, ni de los métodos científicos poco exhaustivos... Ni tampoco a una posible aparición de la vida en la Tierra, por causas de origen extraterrestre, hecho que no es muy compatible con las teorías de Darwin.

jueves, 2 de agosto de 2012

El Irlandés

El Irlandés (The Guard, 2011)

Duración: 96 min. Director: John Michael McDonagh. Guión: John Michael McDonagh. Música: Calexico Fotografía: Larry Smith  Reparto: Brendan Gleeson, Don Cheadle, Liam Cunnigham, David Wilmot, Rory Keenan, Mark Strong, Fionnula Flanagan, Dominique McElligott, Sarah Greene, Katarina Cas, Pat Shortt, Darren Healy, Laurence Kinlan, Gary Lydon.
Un policía irlandés, poco ortodoxo, se ve forzado a colaborar con un agente del FBI, para investigar un asunto internacional, relacionado con el tráfico de drogas. Un asesinato poco corriente, en un lugar pequeño, donde nunca ocurre nada. Un policía atípico. Una población pequeña de Irlanda, en la que todo el mundo vive metido en su casa, sin pocas relaciones sociales.  El pub y el fútbol son los únicos lugares para relacionarse. En un ambiente tan cerrado, un policía de color no es bienvenido.
Nominada en los Globos de Oro a la categoría de mejor comedia, y ganadora en los premios BAFTA con el premio al mejor Guión, por fin llega este film a nuestras carteleras.
El director, John Michael McDonagh, se estrena con una obra cargada de auténtico cine, habiendo tomado nota de los grandes directores, tanto de comedia, como de cine negro. Es difícil no acordarse de “Fargo”, de los hermanos Coen, en algunas escenas, e incluso la estética de algunos momentos de “Pulp Fiction”, o los diálogos de  “Reservoir Dogs”, ambas de Quentin Taranttino. Un guión y dirección impecables, en los que los pequeños errores técnicos no son evidentes, ni hacen desmerecer el conjunto. Un ritmo narrativo complejo: Acelera, para, coge impulso y vuelve, se detiene, e irrumpe en estallidos. Todo ello, con varias historias dentro de la narración principal, múltiples matices, y el debate sobre la moralidad, bien versus mal.
Brendan Gleeson, como policía irlandés, realiza una actuación brillante, sin fisuras, donde el personaje, es amado y odiado a la vez. Muestra que, pese a no recaer en él papeles protagonistas, y hacer de eterno actor de reparto, posee magia y un brillo especial en la pantalla. Llena cada secuencia con su mirada, el silencio que provocan sus comentarios, la tosquedad que encarna, la sobriedad…, y, sin embargo, una elegancia que intimida. Héroe o villano, inmerso en una comedia sorprendente. No sabríamos encontrar otro actor que pudiera defender la doble moral del personaje, con la misma convicción. Don Cheadle, como agente del FBI, encarna todo lo contrario del policía irlandés. La prestancia de quien posee la razón, la verdad, los conocimientos, y unos principios irrenunciables, a prueba de sobornos. Es la oposición al protagonista. Aunque al final de la película, el espectador comprobará que no están tan alejados como se pudiera pensar. Un actor  sobradamente conocido por sus papeles en películas de acción, (“Traffic” de 2000), y series televisivas, (“Picket Fences” de 1992). En esta ocasión realza su profesionalidad, destacando que bien pudiera ser considerado para papeles de mayor carga dramática.
Impresionante película, que ha tardado en llegar a España, y que lo hace en unas fechas vacacionales no muy proclives a que nos acordemos de acudir a las salas de cine. Si tienen la oportunidad, no lo duden. Sin duda, es una de las mejores películas del año. Aunque al no ser políticamente correcta,  desafortunadamente, no permanecerá mucho tiempo en cartelera.

jueves, 26 de julio de 2012

El dictador

El dictador (The Dictator, 2012)

Duración: 83 min. Director: Larry Charles. Guión: Sacha Baron Cohen, Alec Berg, David Mandel, Jeff Schaffer. Música: Erran Baron Cohen. Fotografía: Lawrence Sher. Reparto: Sacha Baron Cohen, Anna Faris, Ben Kingsley, Jason Mantzoukas, Bobby Lee, Anthony Mangano, Jeff Grossman, Megan Fox, John C. Reilly, Edward Norton.
El General Haffaz Aladeen, es un dictador capaz de arriesgar su vida para impedir que la democracia se establezca en el país. Oprime amorosamente y con cariño a su pueblo. País rico en petróleo, y muy aislado, el estado de Wadiya es gobernado por Aladeen, desde que éste tenía seis años, cuando fue nombrado Líder Supremo. Desde que accedió al poder absoluto, el consejero de confianza es su tío Tamir, quien ejerce de Jefe de la Policía Secreta, Jefe de Seguridad y Proveedor de Mujeres. Las Naciones Unidas han sancionado a Wadiya por sus armas de destrucción masiva, pero el dictador no permite inspeccionar su país. Tendrá que ir en persona, a defenderse, ante el Consejo de Seguridad, en Nueva York. Pero..., habrá un complot para acabar con él, y su poder.
 Sacha Baron Cohen es inagotable. Sus personajes surgen de una mente amparada en lo absurdo y en el disparate. Sin olvidar que siempre debe verse una crítica social muy severa. Comenzó con “Ali-G”, un personaje pandillero bastante peculiar, atacando la política inglesa. Luego, “Borat”, un falso documental que fue prohibido en bastantes países. En ese film se burló del sueño americano, el fanatismo, las religiones, el etnocentrismo… No se olvidó de ningún elemento de la sociedad americana. Después, “Bruno”, otro falso documental, en el que desató la ira de muchos sectores de la población, con el mismo planteamiento.
Ahora, “El dictador”. Una combinación pasada por el cristal del surrealismo, entre “Bananas” de W. Allen, y “Presidente por accidente” de Paul Mazursky, entre otros. Al estilo de Valle Inclán, en el que el esperpento deforma sistemáticamente la realidad, recarga sus rasgos grotescos y absurdos. Mezcla entre ironía y tragedia. Humor mediante algo obvio. Trágico, porque lo criticado, existe verdaderamente.
Baron Cohen: Impresionante. Despliega su repertorio de  muecas, gestos, y el menor sentido del ridículo, con escaso pudor, en su línea habitual. Y, una gran sorpresa, un actor de la talla de Ben Kingsley, aportando el tono serio y profesional, con una actuación extraordinaria, entre tanto bufón.
Una película, con una ráfaga de escenas y diálogos disparatados, que sólo pueden ser captados con sucesivos visionados, porque no da tregua, no hay descanso. Mucho mejor la versión original, para poder entender los juegos de palabras, que en su doblaje se han perdido. Sin embargo, siendo objetivos, este film es bastante menos efectivo, y carece de un hilo conductor sólido que lo sustente. La historia, en sí misma, es insulsa. Se queda en muchos golpes de risa, sin nada más. La dirección de Larry Charles, no es precisamente brillante, pero para este tipo de género, funciona bien. Baron Cohen, es su guionista. El espectador ya sabe a lo que va. Se le tolera, casi, cualquier cosa. Sólo por la escena del helicóptero, merece la pena ir al cine..., y reírse. Un film para verlo sin prejuicios, por su carácter cómico. Posee mucha crítica refinada e inteligente, bajo la burda apariencia que lo sostiene.

jueves, 19 de julio de 2012

Inmaduros

Inmaduros (Immaturi, 2011)
 
Duración: 108 min. Director: Paolo Genovese. Guión: Paolo Genovese. Música: Andrea Guerra. Fotografía: Fabrizio Lucci. Reparto: Raoul Bova, Barbora Bobulova, Ricky Memphis, Ambra Angiolini, Luca Bizzarri, Paolo Kessisoglu, Anita Caprioli, Giulia Michelini, Alessandro Tiberi, Daniela Virgilio, Luisa Ranieri, Giovanna Ralli, Maurizio Mattioli.
Giorgio, Lorenzo, Piero, Luisa, Virgilio, Francesca: Treintañeros con unas vidas normales… Hay quien aún vive en casa de sus padres, otros, están separados, algunos, tienen hijos... Todos ellos con brillantes carreras o vidas mediocres… Pero comparten una amistad nacida en el instituto. Ahora, el Ministerio de Educación, ha anulado su examen de “maturitá”, el equivalente italiano a la selectividad de nuestro país. Lo deberán repetir. Se reunirán para volver a estudiar, para repasar sus conocimientos..., y los años vividos. Deberán superar algunos conflictos todavía latentes entre ellos, descubrir la verdad, y volver a sentirse como unos adolescentes.  
Partimos de una cuestión imposible, un guión basado en una especie de “Mcguffin” cómico, el planteamiento de un punto de partida que luego no es lo relevante. Ni en la trama, ni en la evolución de los personajes. Sólo es el pretexto para que unos amigos vuelvan a compartir unos días, cuenten una historia divertida, plena de situaciones absurdas…, para intentar madurar. Porque, al final, los personajes, inmaduros en su inicio, toman las riendas de su existencia, fijan una finalidad a su vida, y se desligan, por fin, del “Peter Pan” que llevan dentro.
Paolo Genovese, (“La banda dei babbie natale” de 2010) ha escrito y dirigido este film con un ritmo creciente, con su toque habitual, el más absoluto absurdo de aquello que plantea el comienzo de la narración.
El cine europeo, salvo que cuente con buenos resultados de recaudación, no suele aterrizar en España. Algo parecido le pasó a “Intocable”. Así pues,  como nuestros cines no actualizan sus carteleras, salvo para las grandes producciones, esta película de 2011, se estrena ahora en nuestro país, cuando pronto estrenarán la segunda parte en Italia. En esta supuesta segunda parte, los siete protagonistas llevarán a cabo un viaje de estudios, que no llegaron a realizar en su día. Esperemos que la segunda "entrega" se corresponda con los planteamientos de la primera. Y que la podamos ver en el cine. Eso supondría que ha tenido éxito, y las productoras consideran que merece la pena ser exhibida.
En el reparto, Ricky Memphis, conocido por su papel en la serie televisiva “Distrito de policía”, que, en cuanto a interpretación, es el más solvente de todo el grupo. No hay que olvidar a Raoul Bova, muy convincente.
Un film para pasar un rato agradable, evadirse de los problemas, reírse de los clichés y estereotipos que abundan en el cine italiano, dado que la personalidad de los personajes y sus problemas, se tratan con bastante trivialidad o banalidad.